Según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el UNICEF, cada día mueren más de 2000 niños debido a lesiones no intencionales (accidentales), y cada año ingresan decenas de millones con lesiones que a menudo los dejan discapacitados para toda la vida.
El Informe Mundial sobre Prevención de las Lesiones en los Niños, que constituye la primera evaluación mundial integral de las lesiones no intencionales en los niños y prescribe medidas para prevenirlas, concluye que si se adoptaran medidas preventivas de eficacia demostrada en todas partes podría salvarse la vida de al menos 1000 niños al día.
«Las lesiones de los niños constituyen un importante problema de salud pública y desarrollo. Además de las 830 000 muertes anuales, millones de niños sufren lesiones no mortales que a menudo necesitan hospitalización y rehabilitación prolongadas», ha dicho la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. «El costo de esos tratamientos pueden conducir a toda la familia a la pobreza. Los niños de las familias y las comunidades más pobres corren mayor riesgo de sufrir lesiones porque tienen menores probabilidades de beneficiarse de los programas de prevención y de servicios de salud de calidad.»
«Este informe es el resultado de la colaboración de más de 180 expertos de todas las regiones del mundo», ha dicho Ann Veneman, Directora Ejecutiva del UNICEF, «y muestra que las lesiones no intencionales son la principal causa de muerte en niños mayores de 9 años y que el 95% de ellas se producen en países en desarrollo. Queda mucho por hacer para prevenirlas.»
La mayor tasa de mortalidad por lesiones no intencionales corresponde a África, donde, según el informe, es 10 veces mayor que en los países de ingresos altos de Europa y del Pacífico Occidental, como Australia, los Países Bajos, Nueva Zelandia, Suecia o el Reino Unido, que presentan las menores tasas de lesiones en niños.
No obstante, y a pesar de que muchos países de ingresos altos han conseguido reducir la mortalidad de los niños por lesiones en un 50% o más a lo largo de los últimos 30 años, las lesiones no intencionales siguen constituyendo un problema, pues representan un 40% de las muertes de niños en esos países.
Según el informe, las cinco causas principales de muerte por lesiones son:
1. Los accidentes de tráfico, en los que mueren 260 000 niños al año y sufren lesiones cerca de 10 millones. Son la principal causa de muerte en el grupo de 10 a 19 años y una de las principales causas de discapacidad en los niños.
2. El ahogamiento, del que mueren más de 175 000 niños al año y al que sobreviven unos 3 millones. Las lesiones cerebrales que deja en algunos supervivientes hace que el ahogamiento no mortal sea el tipo de lesión con mayor impacto sanitario y económico para toda la vida.
3. Las quemaduras causadas por el fuego, que son la causa de muerte de cerca de 96 000 niños al año, y cuya tasa de mortalidad es 11 veces mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos.
4. Las caídas, de las que mueren cerca de 47 000 niños al año y causan otras lesiones no mortales a cientos de miles.
5. Las intoxicaciones no intencionales, de las que mueren más de 45 000 niños al año.
«Se pueden conseguir mejoras en todos los países», ha dicho el Dr. Etienne Krug, Director del Departamento OMS de Prevención de la Violencia y los Traumatismos y Discapacidad. «Cuando un niño queda desfigurado por una quemadura o paralítico por una caída o cuando sufre una lesión cerebral por ahogamiento o un traumatismo emocional por algún incidente grave de este tipo, los efectos pueden persistir durante toda la vida. Todas esas tragedias son evitables. Tenemos pruebas suficientes sobre cuales son las intervenciones que funcionan y se podrían poner en práctica una serie de programas de prevención en todos los países.»
El informe describe el impacto que pueden tener medidas preventivas de eficacia demostrada, tales como la legislación en materia de cinturones de seguridad y cascos aptos para los niños; las regulaciones sobre la temperatura del agua de los grifos de agua caliente; los cierres de seguridad para niños en envases de medicamentos, productos domésticos o mecheros; los carriles separados para motocicletas y bicicletas; el vaciamiento del agua innecesaria en baños y cántaros; el diseño apropiado de los muebles, los juguetes y el equipo de las áreas de juego, o el fortalecimiento de los servicios médicos de emergencia y rehabilitación.
Asimismo, el informe identifica los métodos que se deben evitar o que no están respaldados por pruebas suficientes para recomendarlos. Así, por ejemplo, se señala que los blísteres de medicamentos no son seguros para los niños, que los airbags del asiento delantero pueden causar lesiones a los menores de 13 años, que las mantequillas, azúcares, aceites y otros remedios tradicionales no se deben utilizar en las quemaduras y que, por sí solas, las campañas de educación de la población no reducen las tasas de ahogamiento.
Fuente: UNICEF Ginebra/Hanoi/Nueva York
«Las lesiones de los niños constituyen un importante problema de salud pública y desarrollo. Además de las 830 000 muertes anuales, millones de niños sufren lesiones no mortales que a menudo necesitan hospitalización y rehabilitación prolongadas», ha dicho la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. «El costo de esos tratamientos pueden conducir a toda la familia a la pobreza. Los niños de las familias y las comunidades más pobres corren mayor riesgo de sufrir lesiones porque tienen menores probabilidades de beneficiarse de los programas de prevención y de servicios de salud de calidad.»
«Este informe es el resultado de la colaboración de más de 180 expertos de todas las regiones del mundo», ha dicho Ann Veneman, Directora Ejecutiva del UNICEF, «y muestra que las lesiones no intencionales son la principal causa de muerte en niños mayores de 9 años y que el 95% de ellas se producen en países en desarrollo. Queda mucho por hacer para prevenirlas.»
La mayor tasa de mortalidad por lesiones no intencionales corresponde a África, donde, según el informe, es 10 veces mayor que en los países de ingresos altos de Europa y del Pacífico Occidental, como Australia, los Países Bajos, Nueva Zelandia, Suecia o el Reino Unido, que presentan las menores tasas de lesiones en niños.
No obstante, y a pesar de que muchos países de ingresos altos han conseguido reducir la mortalidad de los niños por lesiones en un 50% o más a lo largo de los últimos 30 años, las lesiones no intencionales siguen constituyendo un problema, pues representan un 40% de las muertes de niños en esos países.
Según el informe, las cinco causas principales de muerte por lesiones son:
1. Los accidentes de tráfico, en los que mueren 260 000 niños al año y sufren lesiones cerca de 10 millones. Son la principal causa de muerte en el grupo de 10 a 19 años y una de las principales causas de discapacidad en los niños.
2. El ahogamiento, del que mueren más de 175 000 niños al año y al que sobreviven unos 3 millones. Las lesiones cerebrales que deja en algunos supervivientes hace que el ahogamiento no mortal sea el tipo de lesión con mayor impacto sanitario y económico para toda la vida.
3. Las quemaduras causadas por el fuego, que son la causa de muerte de cerca de 96 000 niños al año, y cuya tasa de mortalidad es 11 veces mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos.
4. Las caídas, de las que mueren cerca de 47 000 niños al año y causan otras lesiones no mortales a cientos de miles.
5. Las intoxicaciones no intencionales, de las que mueren más de 45 000 niños al año.
«Se pueden conseguir mejoras en todos los países», ha dicho el Dr. Etienne Krug, Director del Departamento OMS de Prevención de la Violencia y los Traumatismos y Discapacidad. «Cuando un niño queda desfigurado por una quemadura o paralítico por una caída o cuando sufre una lesión cerebral por ahogamiento o un traumatismo emocional por algún incidente grave de este tipo, los efectos pueden persistir durante toda la vida. Todas esas tragedias son evitables. Tenemos pruebas suficientes sobre cuales son las intervenciones que funcionan y se podrían poner en práctica una serie de programas de prevención en todos los países.»
El informe describe el impacto que pueden tener medidas preventivas de eficacia demostrada, tales como la legislación en materia de cinturones de seguridad y cascos aptos para los niños; las regulaciones sobre la temperatura del agua de los grifos de agua caliente; los cierres de seguridad para niños en envases de medicamentos, productos domésticos o mecheros; los carriles separados para motocicletas y bicicletas; el vaciamiento del agua innecesaria en baños y cántaros; el diseño apropiado de los muebles, los juguetes y el equipo de las áreas de juego, o el fortalecimiento de los servicios médicos de emergencia y rehabilitación.
Asimismo, el informe identifica los métodos que se deben evitar o que no están respaldados por pruebas suficientes para recomendarlos. Así, por ejemplo, se señala que los blísteres de medicamentos no son seguros para los niños, que los airbags del asiento delantero pueden causar lesiones a los menores de 13 años, que las mantequillas, azúcares, aceites y otros remedios tradicionales no se deben utilizar en las quemaduras y que, por sí solas, las campañas de educación de la población no reducen las tasas de ahogamiento.
Fuente: UNICEF Ginebra/Hanoi/Nueva York
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