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domingo, 5 de febrero de 2012

El 30% de muertes por cáncer son evitables con un cambio de vida

La OMS aseguró que quienes padecen la enfermedad deben adoptar comportamientos más saludables, como realizar actividad física y dejar de fumar. En 2030, 13,1 millones de personas fallecerán por un tumor
En la víspera del Día Internacional de Lucha contra el Cáncer, la Organización Mundial de la Salud aseguró que el 30% de las víctimas mortales de esa patología corresponde a muertes atribuidas al sobrepeso, el bajo consumo de frutas y verduras, la falta de actividad física y el consumo de alcohol y tabaco.

Ese último es, además, el factor de riesgo más importante y responsable del 20% de las muertes por cáncer en general y del 71% de las causadas por tumores malignos de pulmón.

Según proyecciones de la OMS, el porcentaje total de muertos por la enfermedad aumentará hasta un 45% de aquí a 2030, por lo que los fallecimientos pasarán de 7,6 millones a 13,1 millones ese año.

En la actualidad, el cáncer es una de las causas de muerte más frecuentes, ya que es responsable del 13% de los decesos en el mundo, de los que el 70% ocurre en países de ingresos medios y bajos, donde es más costoso el acceso a los tratamientos.

Los tipos de cáncer más habituales son los de pulmón, estómago, hígado, colon y mama, aunque la incidencia varía mucho entre hombres y mujeres y entre países industrializados y en desarrollo.

En el primer grupo, la primera causa de muerte es por tumores en los tejidos mamarios, mientras que en las naciones emergentes es el de cuello de útero.

El cáncer se origina en una sola célula y el proceso que hace que una lesión precancerosa se convierta en un tumor maligno es el resultado de la interacción entre los factores genéticos de una persona y una serie de agentes externos, precisó la OMS.

Esos agentes externos pueden ser cancerígenos físicos -como las radiaciones ultravioletas y ionizadas- o químicos, como asbesto, componentes del humo del tabaco, aflatoxina (contaminante de los alimentos) y arsénico (contaminante del agua).

Asimismo, hay cancerígenos biológicos, como las infecciones causadas por ciertos virus, bacterias y parásitos.

El envejecimiento es otra causa del desarrollo de cáncer, cuya incidencia aumenta significativamente con la edad debido a la acumulación de factores de riesgo y a que, a más años, los mecanismos de reparación celular del organismo funcionan peor.





Fuente: Infobae.com / AFP








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viernes, 13 de enero de 2012

El estilo de vida puede ser la causa de casi 50% de casos de cáncer

Casi la mitad de los casos de cáncer que se diagnostican cada año en Reino Unido – más de 130.000 en total – son provocados por decisiones personales relacionadas con el tabaco, el consumo de alcohol y la mala dieta, indica un informe.

El tabaco es el mayor culpable, causando el 23% de los casos en hombres y el 15,6% en las mujeres señala el estudio de Cancer Research UK.

Después le sigue una falta de frutas frescas y vegetales en las dietas de los hombres y el sobrepeso en las mujeres.

El informe aparece publicado en el British Journal of Cancer.

Sus autores aseguran que se trata del análisis más exhaustivo sobre el tema hasta la fecha, el profesor Max Parkin, principal responsable del estudio, dijo que "muchas personas creen que el cáncer se debe al destino o está 'en los genes' y que es cuestión de azar si se llega a padecer".

"Al mirar las pruebas, está claro que cerca del 40% de todos los tipos de cáncer son provocados por cosas que, en la mayoría de los casos, tenemos el poder de cambiar".


Factores de peso

Para los hombres la mejor recomendación parece ser: dejar de fumar, comer más frutas y vegetales y reducir el consumo de alcohol.

En el caso de las mujeres, el informe dice que el mejor consejo es dejar el cigarrillo, pero también evitar el sobrepeso.

"No esperábamos encontrar que comer frutas y vegetales resultase tan importante en proteger a los hombres contra el cáncer. Entre las mujeres no esperábamos que tener sobrepeso representara un factor de mayor riesgo que el alcohol", señaló el profesor Parkin.

En total 14 factores de estilo de vida y del ambiente, tales como el lugar donde uno vive y el trabajo que desempeña, se combinan para provocar 134.000 casos de cáncer en Reino Unido anualmente.

Cerca de 100.000 casos (el 34%) de cáncer están relacionados con el tabaco, la dieta, el alcohol y el sobrepeso.

Uno en 25 casos está vinculado al trabajo de una persona, como por ejemplo estar expuesto a productos químicos o asbestos.

Algunos de los factores de riesgo están bien comprobados, como el vínculo del cigarrillo con el cáncer de pulmón.

Sin embargo, otros son menos reconocidos.

Por ejemplo para el caso de cáncer de mama, cerca de una décima parte del riesgo tiene su origen en tener sobrepeso o estar obesa, superando el impacto de otros factores como amamantar o beber alcohol.

Y en cuanto al cáncer en el esófago o en la garganta, el 50% del riesgo proviene de comer muy pocas frutas y vegetales, mientras que sólo una quinta parte del riesgo se relaciona con el alcohol, indica el informe.

En el cáncer de estómago, un quinta parte del riesgo se debe al uso excesivo de sal en la dieta.

Algunos tipos de cáncer, como el de boca o el de garganta, están provocados casi en su totalidad por decisiones relacionadas con el tipo de vida que lleva la persona.

No obstante, otros como el de vesícula biliar no tienen que ver principalmente con el estilo de vida.


Abrumadora evidencia

Los investigadores basaron sus cálculos en las cifras pronosticadas para caso de 18 tipos diferentes de cáncer en 2010, utilizando índices de cifras en Reino Unidos para un período de 15 años comprendido entre 1993 y 2007.

En los hombres el 6,1% (9.600) de casos se vinculó a la falta de frutas y vegetales, 4,9% (7.800) al tipo de trabajo, 4,6% (7.300) al alcohol, 4,1% (6.500) al sobrepeso y la obesidad y 3,5% (5.500) a la excesiva exposición del sol y uso de camas solares.

En las mujeres, el 6,9% (10.800) se vinculó al sobrepeso y la obesidad, 3,7% (5.800) a infecciones como el HPV (que causa la mayoría de casos de cáncer cervical), 3,6% (5.600) a la excesiva exposición al sol y a las camas solares, 3,4% (5.300) a la falta de frutas y vegetales y 3,3% (5.100) al alcohol.

La doctora Rachel Thompson, del World Cancer Research Fund, señaló que el informe se suma a la "ahora abrumadoramente fuerte evidencia de que nuestro riesgo de padecer cáncer se ve afectado por nuestro estilo de vida".

El doctor Harpal Humar, director ejecutivo de Cancer Research UK, señaló que llevar un estilo de vida saludable no garantiza que una persona no vaya a tener cáncer, pero el estudió mostró que "podemos aumentar significativamente las probabilidades a nuestro favor".

"Si hay cosas que podemos hacer para reducir nuestro riesgo de padecer cáncer, deberíamos tratar de hacer todo lo que esté a nuestro alcance".






Fuente: BBC Mundo
Autor: Michelle Roberts / BBC Salud






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lunes, 26 de diciembre de 2011

“Comer un helado es como una inyección de heroína”

“La línea que separa una droga de un alimento es cada vez más borrosa”
Entrevista al Dr. Gary L. Wenk , especializado en neurotoxicología y una autoridad mundial en la investigación del Alzheimer y el envejecimiento cerebral. Su libro "Tu cerebro bajo los efectos de los alimentos: cómo los compuestos químicos controlan tus pensamientos y sentimientos", fue reconocido por sus “esfuerzos en favor de la promoción de la ciencia y sus aplicaciones”. Para este científico no hay ninguna diferencia entre los alimentos y las drogas, ambos producen efectos deseados en nuestro cerebro.


CUKMI: Una reseña de tu libro dice que “todo lo que incorporamos al cuerpo tiene consecuencias directas en nuestra forma de pensar, sentir y actuar”. En relación a los alimentos, ¿son los ingredientes, los nutrientes, su combinación o el acto de comer el que determina principalmente la función del cerebro?

GARY: Esta es la pregunta más difícil, y también la más importante, en relación a los efectos de nuestra dieta en la función cerebral. La verdad es que cada ingrediente debe ser siempre considerado en relación con sus propias acciones específicas y sus acciones en la presencia de los otros nutrientes. Por ejemplo el chocolate, un alimento complejo del que se ha escrito muchas veces. Cada uno de sus ingredientes tiene acciones específicas en el cerebro, la teobromina, PEA, la manteca de cacao, el cacao en polvo, la anandamida, las sales de magnesio y una variedad de flavonoides. Para un pequeño porcentaje de personas, generalmente mujeres, es la combinación de estos ingredientes la que produce ira y rabia emocional cuando consumen chocolate, incluso en pequeñas cantidades. Por lo tanto, cada fuente de alimentación debe ser considerada como un conjunto de ingredientes específicos y se debe considerar la historia genética de la persona que lo consume. Con demasiada frecuencia, la gente asume que un solo nutriente actúa de la misma manera en todo el mundo, esto no siempre es cierto. Después, algunos ingredientes pueden convertirse en nuestro cuerpo en compuestos totalmente inesperados que afectan el cerebro, como es el caso de un componente de la nuez moscada que se convierte en la droga callejera éxtasis. Así que podés ver lo complicado que se hace responder a las preguntas acerca de los efectos de la dieta sobre el cerebro.

CUKMI: ¿Por qué decís que desde la perspectiva del cerebro la comida es como una droga? ¿Qué diferencia hay con una droga como el éxtasis y el alcohol?

GARY: No hay ninguna diferencia entre los alimentos y las drogas, son productos químicos. Ambos se metabolizan en energía. Para muchas personas el café y la nicotina son alimentos. Mientras algunos alimentos afectan el cerebro de manera muy indirecta, otros lo hacen de forma más directa, al igual que las drogas. El alcohol fue alguna vez considerado pan líquido simplemente porque es muy nutritivo y no se echa a perder al ser transportado en largas distancias. Pasa que tendemos a ver los alimentos como nutrientes. Algunas drogas influyen sobre el hambre, estos son los estimulantes primarios, pero indirectamente también influyen en lo que comemos. Los alimentos y las drogas son sólo sustancias químicas que producen efectos deseados y no deseados en nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Y la línea que separa la droga del alimento es cada vez más borrosa. Los médicos están administrando a los niños con trastornos del desarrollo como el autismo suplementos de micronutrientes, y han tenido cierto éxito. Las personas que siguen una dieta macrobiótica buscan alterar el equilibrio de los microbios en los intestinos y esto influencia, de manera indirecta, la función cerebral.

CUKMI: ¿Hay una relación directa entre comer y envejecer?

GARY: En cuanto a la evidencia científica, no hay alimentos que pueden prolongar la vida. El único método probado científicamente es comer menos calorías. El sabor y las propiedades de la comida no tienen nada que ver con la salubridad de los alimentos.

Por supuesto, comer frutas y verduras sugiere que vamos a mantenernos saludables por más tiempo. Pero porque las frutas, verduras y granos fibrosos contienen menos calorías por peso y nos inducen a comer menos en general. Cualquier cosa que hagas para comer menos calorías alarga la vida.

CUKMI: Debe haber muchos conceptos erróneos dando vueltas, ¿cuáles son los más difundidos?

GARY: El que dice que existen alimentos malos para la salud del cuerpo que a veces son buenos para el cerebro. Por ejemplo, las personas que fuman cigarrillos rara vez desarrollan la enfermedad de Parkinson, las que beben mucho café todos los días rara vez desarrollan Parkinson o Alzheimer y la diabetes tipo II. Fumar marihuana es buena para el cerebro cuando nos hacemos mayores y puede desacelerar el deterioro mental. El cerebro ansía alimentos con alto contenido glucémico en la mañana, como por ejemplo donas, panes y azúcar.

CUKMI: ¿Por qué es más fácil subir de peso que dejar de comer y comenzar una dieta?

GARY: La respuesta tiene mucho que ver con las condiciones existentes en la evolución del cerebro y el cuerpo en los últimos millones de años. Nuestro cerebro nos recompensa con fuerza cuando comemos azúcar, grasa y sal; por lo que tenemos una epidemia inminente de enfermedades relacionadas con la obesidad. Azúcar, grasa y sal rara vez aparecen en la naturaleza y están cargadas de calorías, por lo que cualquier animal que se los encuentra se los comerá hasta terminarlos. Los seres humanos suelen hacer lo mismo en las mesas de buffet durante las fiestas. Vemos la comida ¡y nuestro cerebro nos recompensa por cada bocado de grasa, sal y azúcar!

No podemos dejar de comer y seguir viviendo. Si lo comparamos con la nicotina, no necesitamos fumar para vivir –por lo que podríamos evitar la experiencia de fumar por completo– pero no es el caso de los alimentos. Por eso es tan difícil perder peso comiendo menos. Es más fácil hacer ejercicio, pero este enfoque es mucho menos eficaz.

CUKMI: ¿Y en qué medida comer o no comer grasas puede inducir o prevenir la depresión?

GARY: Comer alimentos ricos en grasas induce la liberación de endógenos –químicos similares a la morfina– en el cerebro, por lo que comer un helado es como una inyección de heroína. Si estabas deprimido antes de comerlo, no lo estarás después. Cuando comemos de más, almacenamos el exceso de calorías en forma de gotas de grasa en nuestras células grasas. A medida que estas células se agrandan y se llenan, fabricamos más, que luego llenamos con más gotas de grasa. Las células de grasa no están inactivas, sino que liberan sustancias químicas que al entrar en el cerebro afectan el estado de ánimo. Por eso es que las personas obesas tienden a sufrir más de depresión, y además no responden bien a los medicamentos antidepresivos en comparación con las personas delgadas. De forma esporádica, las células de grasa también liberan endógenos similares a la marihuana que inducen a comer de forma compulsiva. En consecuencia, por lo general comer alimentos grasos induce una cierta euforia aguda pero en última instancia provoca depresión.

CUKMI: Existe un estudio al menos extraño que dice que imaginarse uno mismo comiendo un alimento específico puede hacernos comer menos. ¿Cómo es posible que un pensamiento reemplace al acto?

GARY: Se llama habituación. Engañamos a nuestro cerebro para que piense que ya hemos consumido parte de los alimentos y por lo tanto tendemos a comer menos. Quien sea capaz de reproducir mejor la experiencia mental, más eficaz le resultará el método, que se nutre de una capacidad humana muy poderosa: el efecto placebo. Si creés que alguien ha encontrado una solución de la caída del cabello, ¡algunas personas realmente hacen crecer el cabello! Este no es el enfoque ideal para controlar el peso, pero es uno de los muchos enfoques que podrían ayudar.





Fuente: Cukmi.com
Entrevistado: Gary L. Wenk, profesor de Psicología, Neurociencia, Virología Molecular, Inmunología y Genética Médica en la Ohio State University, es una autoridad mundial sobre las consecuencias de la inflamación crónica del cerebro y en modelos animales de enfermedad de Alzheimer. Recibio el Vernon & Virginia Furrow Excellence in Teaching Award y el Five Star Faculty Teaching Award. La investigación del profesor Wenk se centra en la investigación de medicamentos que pueden retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer y de rescate del cerebro de las consecuencias del envejecimiento normal y patológico. Elegido en 2008como Fellow en el American Assosciation for the Advancement of Science por sus destacadas contribuciones en el campo de la neurofarmacología, enfermedades neurodegenerativas y procesos neuroinflamatorios.
Autor entrevista: Marcela Mazzei






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