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martes, 22 de marzo de 2011

Nación obesa. Por David Alandete

Afirma un estudio publicado hoy 1 que la obesidad se halla desbocada en Estados Unidos. Ya es obeso un 36,2% de los norteamericanos. En total, 111 millones de habitantes en este país sufren sobrepeso extremo, una cifra superior a la de las poblaciones de España, Francia y Portugal combinadas. Es parte de una contradicción intrínseca de un país en que convive una obsesión por el gimnasio y por el culto al cuerpo con una gran dejadez en materia nutricional. Como en muchos otros asuntos, se trata de una gran brecha demográfica creada por clase social, ingresos y raza.

La obesidad es un mal que se ha ido abriendo camino en Estados Unidos desde los años jóvenes de esta nación. Publicaba en 1899 el diario The New York Times una nota breve titulada “La obesidad mata a una persona: John Johnson de Spring Grove, Minnesota, murió anoche de obesidad. Pesaba el día de su muerte 488 libras [221 kilos]” 2. Aquello fue hace 122 años, pero puede que fuera John Johnson un adelantado a su tiempo: según el Inspector General de Sanidad de EE UU, unas 300.000 personas mueren ahora, cada año, en este país por dolencias asociadas a la obesidad, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer o artritis.

Uno de cada tres adultos en EE UU es obeso, considerando obesos a aquellos que tienen un índice de masa corporal de 95 o más 3. [Ese índice calcula la asociación de peso y talla. En España, donde es distinto debido a la diferencia del sistema métrico, se considera que hay obesidad con un valor superior a 30]. Según el Centro para el Control de Enfermedades 4 del gobierno federal, el 63,4% de estadounidenses pesa más de lo que debería, combinando sobrepeso y obesidad. Hay dos grupos raciales que tienen una mayor incidencia de obesidad que el resto: afroamericanos e hispanos. Durante décadas la obesidad se ha ido convirtiendo en un indicador no sólo racial sino también de clase y estatus. Hasta el punto de que en 2004 el diario ‘USA Today’ se preguntaba en un reportaje: “¿Es que sólo los ricos pueden permitirse ser delgados?” 5.

Las dietas son costosas. Esta es una nación donde una hamburguesa en una cadena de comida rápida cuesta un dólar [71 céntimos de euro] y el kilo de lechuga iceberg en un supermercado vale el triple. Las comidas bajas en valor nutricional y escandalosamente altas en calorías son baratas y ubicuas. Una simple compra semanal de verduras, frutas y productos frescos para una persona, en el supermercado, puede superar cómodamente, en ciudades como Washington o Nueva York, los 100 dólares [71 euros]. Lo dicen muchos de los extranjeros que residen aquí: en EE UU es siempre más barato comer mal y fuera, que bien y en casa.

La obesidad es también un camino hacia la quiebra de América, según diversos estudios. Un reciente informe 6 de la institución de análisis Brookings de Washington analizaba los males económicos asociados a esa dolencia: los obesos cobran menos dinero por el mismo trabajo; trabajan además menos horas y afectan a la productividad de sus empresas; disparan los costes médicos de los seguros que les cubren con sus pólizas; le cuestan más a las aerolíneas por volar al mismo precio, consumen más gasolina y dañan más al medio ambiente. En consecuencia, las empresas han buscado formas de hacer a los obesos pagar por su gordura. El ejemplo más claro es el de las aerolíneas, que han comenzado a cobrar a las personas con sobrepeso extremo dos asientos en lugar de uno.

Tal ha sido la mortificación pública de los obesos que aquí ha nacido un movimiento que se hace llamar del ‘orgullo gordo’ 7. Le ayuda la facción radical del Partido Republicano, el Tea Party, que clama contra cualquier intervencionismo del Estado en la vida privada, aunque sea por motivos de salud. Sarah Palin, de hecho, criticó duramente a Michelle Obama en diciembre por haber iniciado una campaña nacional contra la obesidad infantil 8. “En lugar de decirnos lo que tenemos que hacer en cada momento, que es lo que hace el Gobierno y algunas mujeres de políticos, el Gobierno nos tiene que dejar libres”, dijo Palin en un programa de radio, mientras alimentaba a sus niños con pasteles, chocolates y patatas fritas en su programa de telerrealidad.



Fuente: "The American way of life" / blog de El País, España
Autor: David Alandete, periodista de El País, integrante del bureau en Washington, Estados Unidos.

Referencias: 1. Adult Obesity Prevalence in Canada and the United States / Margot Shields; Margaret D. Carroll, M.S.P.H.; and Cynthia L. Ogden, Ph.D. 2. Obesity Kills a Man / New York Time 3. Debió decir 25, no 95 / Índice de masa corporal 4. CDC / Centers for Disease Control and Prevention. 5. Can only the rich afford to be thin? By Nanci Hellmich, USA Today 6. The economic impact of obesity in the United States / Ross A Hammond Ruth Levine, Economic Studies Program, Brookings Institution, Washington DC, USA. Ver también "Obesidad cuesta anualmente unos 215.000 millones a la economía estadounidense" / OjoAdventista.com 7. Fat Rights8 . Ver " La Iglesia Adventista apoya la iniciativa de Michelle Obama contra la obesidad infantil" / OjoAdventista.com

Fotografía: Robyn Beck / AFP




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martes, 28 de septiembre de 2010

Pandemia de obesidad

El sobrepeso se duplica en gran parte de los países en desarrollo en 30 años
La OCDE, que agrupa a los países desarrollados, habla de ella como "enemigo público número uno". La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que ha alcanzado cotas de pandemia (no infecciosa) y que afecta a casi todos los países occidentales. La obesidad se ha convertido en uno de los principales problemas sanitarios de los países industrializados. Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela que más del 50% de la población de sus países miembros padece sobrepeso, y que uno de cada seis es obeso. Las cifras son aún mayores en Estados Unidos y México, donde uno de cada tres adultos tiene obesidad. En España hay un dato especialmente preocupante: uno de cada tres menores de entre 13 y 14 años está por encima de su peso, un dato que ha convertido a este país en el tercero de la OCDE con mayor sobrepeso infantil. Es alarmante, porque un niño gordo se convertirá, con toda probabilidad, en un adulto enfermo de obesidad.

Y de momento, nada de lo que se está haciendo parece atajar el problema. La OCDE sostiene que las políticas desarrolladas por los gobiernos para frenar la pandemia son "insuficientes". Los ministros de Sanidad de los países de esta organización analizarán el estudio a principios de octubre en París. Mientras, los expertos proponen más educación, políticas sanitarias tajantes y medidas fiscales que graven los alimentos más dañinos. Sin un paquete de medidas completo, afirman, dos de cada tres personas pueden llegar a padecer obesidad en los próximos 10 años.

Las consecuencias serían muy graves económica y socialmente. "Las personas obesas mueren entre ocho y diez años antes que las que tienen un peso normal. Además, cada 15 kilos de más aumenta el riesgo de muerte temprana un 30%", apunta el economista especializado en sanidad y director del estudio de la OCDE "La obesidad y la economía de la prevención", Franco Sassi. Esta enfermedad está muchas veces acompañada de otras evitables como la diabetes, los problemas cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer. Además, apunta la OCDE, la obesidad es una enfermedad cara. Los gastos de atención médica para personas obesas son, al menos, un 25% mayores que para gente de peso normal. En España, por ejemplo, esta enfermedad representa, según el Ministerio de Sanidad, el 7% del gasto sanitario español, unos 2.500 millones de euros. Una cifra nada desdeñable.

Esta situación, que según la radiografía de la OCDE ha ido aumentando sin descanso desde los años ochenta, no tiene visos de cambiar. Es más, los expertos de la organización alertan de que, si las cosas siguen así, de aquí a 10 años la proporción de adultos con sobrepeso habrá aumentado, como mínimo, un 10% de media en todos los países.

Del informe destacan las cifras de EE UU. Sin embargo, sus porcentajes, aunque alarmantes, no sorprenden mucho a los especialistas. La obesidad en ese país lleva aumentando sin freno desde hace décadas. Saltan a la vista, por contra, los datos de España o Italia, que han hecho de su alimentación tradicional, la dieta mediterránea, su bandera. "El problema es que la dieta mediterránea ya no se sigue", apunta Roberto Sabrido, director general de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad. "Ha cambiado nuestra manera de comer al igual que nuestra manera de vivir. Las pautas sociales y familiares", dice. Sassi comparte la opinión: "La variación se ve sobre todo en los niños. Todo ha cambiado, ya no se come en familia y los alimentos y el tiempo dedicado a la comida no es el mismo. La obesidad y el sobrepeso han aumentado a niveles sin precedentes", afirma el director del informe.

En España, el 63% de los hombres y el 45% de las mujeres tiene sobrepeso. Pero más alarmante aún es que el 33% de los niños padecen esta enfermedad. Un problema que, afirma Sabrido, va más allá de lo estético, sino que afecta gravemente a la salud. Como la OMS, habla de "pandemia no infecciosa", y alerta de que la obesidad es la segunda causa de muerte evitable, después del tabaco. "Hay que concienciar de que el chaval no está fuerte, sino obeso. En España se ha duplicado la obesidad infantojuvenil en los últimos 15 años", dice.

El entorno importa. Un niño con alguno de sus progenitores obeso tiene tres o cuatro veces más probabilidades de padecer esta enfermedad, según el estudio. Y no solo por el componente genético; la alimentación, la actitud hacia la comida y el sedentarismo también son importantes. "Vivimos en un ambiente obesogénico. No podemos cargar toda la culpa en si nos alimentamos mal. Si no nos movemos también tendremos obesidad; y los niños pasan casi tres horas al día frente al televisor o la videoconsola", dice el director de la Aesan.

Sassi también pone el acento en el problema de la obesidad infantil. Cree que nada de lo que se está haciendo es suficiente y habla de que además de firmes políticas educativas y sanitarias habría que establecer una regulación fiscal hacia los productos alimenticios que más obesidad provocan. "También hay que establecer acuerdos con la industria alimentaria", asegura.

Sabrido reconoce también que, a la vista de los datos, lo que hay es insuficiente, aunque afirma que habrá que esperar al menos un lustro para saber si los planes actuales para frenar la obesidad, sobre todo en niños, están dando resultado. Se refiere, por ejemplo, a políticas como la de eliminar los bollos y los refrescos de las máquinas expendedoras y cafeterías escolares para dificultar que los niños consuman alimentos demasiado ricos en grasas y azúcares. El director de la Aesan no se muestra, sin embargo, partidario de gravar determinados alimentos. "Pueden derivar el consumo hacia otros. Lo fundamental es la educación", dice.

El informe de la OCDE apunta otro dato. La obesidad se ceba con las personas de nivel social y educativo más bajo. Sus tasas en personas con menos poder adquisitivo es mayor. Es la pescadilla que se muerde la cola, la comida basura puede ser mucho más barata en algunos países que un tipo de alimentación más sana, rica en frutas y verduras. En España, las diferencias sociales respecto a la obesidad afectan de manera importante a las mujeres, las que tienen un nivel de educación bajo tienen una probabilidad 3,5 veces mayor de tener sobrepeso que aquellas con un nivel educativo más alto. La diferencia social es menor entre los hombres.

Peores perspectivas de empleo

Los problemas de salud van de la mano con las peores perspectivas de trabajo para muchas personas obesas, según apunta el informe de la OCDE. Los obesos (personas con un índice de masa corporal de entre 30 y 40) suelen tener peores puestos y peores sueldos que las personas con peso normal. Las empresas prefieren contratar a candidatos que no padezcan esta enfermedad en lugar de a personas obesas, afirma esta organización. "En parte debido a expectativas de menor productividad", dicen.

Esta política contribuye a incrementar las diferencias entre empleo y salario. En Estados Unidos, por ejemplo, más del 40% de las mujeres blancas con obesidad severa (IMC de entre 40 y 50) están desempleadas. El porcentaje es de solo el 30% para el total de las mujeres.


Otro dato recogido por la OCDE: los obesos ganan hasta un 18% menos que las personas que no sufren esta enfermedad. "Necesitan faltar más días al trabajo, demandan más beneficios por invalidez, y tienden a ser menos productivos en el trabajo que la gente de peso normal", dice el informe. En definitiva, esta enfermedad dificulta que las personas que la sufren lleven una vida normal.

En los países del norte de Europa, las personas que sufren esta patología tienen hasta tres veces más probabilidades de recibir pensiones de invalidez; una cifra que en un país como Estados Unidos, donde el problema ha alcanzado cotas muy preocupantes, alcanza un 76% (invalidez a corto plazo). Cuando se suman las pérdidas de producción a los costes de atención médica -esta patología lleva asociadas otras como la hipertensión o la diabetes-, la obesidad equivale a más de 1% del PIB en EE UU.



Fuente: ElPais.com
Autor: Maria R. Sahuquillo / Madrid

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Demencia: "la peor crisis de salud del siglo"

Un informe sobre el impacto global de la demencia calcula los costes asociados con la enfermedad alcanzarán este año los US$600.000 millones y asegura que se trata de la peor crisis de salud del siglo.


El Informe Mundial sobre el Alzheimer, divulgado por el Instituto Karolinska (Karolinska Institutet) de Suecia y el King's College (King's College London) de Londres, estima que la enfermedad cuesta ya más de un 1% de la riqueza mundial.

Si la inversión en tratar a los enfermos de Alzheimer y otros tipos de demencia fuera vista como un país, sería la décimo octava economía del mundo, entre Turquía e Indonesia.

La cifra también supera las ganancias de compañías como la cadena de supermercados Walmart o la petrolera Exxon Mobil.

El documento, divulgado con ocasión del Día Mundial del Alzheimer -el más conocido de entre todos los tipos de demencia- calcula además que esa carga económica continuará creciendo en la medida en que los afectados por la demencia se triplicarán de aquí a 2050.

El principal problema está en el hecho de que la población mundial es cada vez más longeva.

De hecho, alrededor del 70% de los gastos relacionados con la demencia se dan en los países más desarrollados, los del oeste de Europa y Norteamérica, donde la esperanza de vida es mayor.

Sin embargo, el documento advierte además del riesgo de que los gastos se disparen en regiones donde la población envejece, como son China, la India y América Latina.


"Inversión sustancial"

Se espera que el número de personas con demencia sea el doble del actual en 2030 y el triple para 2050. Los expertos afirman, sin embargo, que el gasto crecerá incluso más rápido, especialmente en el mundo en desarrollo.

Esto se explica por el surgimiento de sistemas de salud pública en los países emergentes.

El informe pide a la Organización Mundial de la Salud que declare la demencia una prioridad mundial.

Martin Prince, del Instituto de Psiquiatría del Reino Unido, uno de los coautores del documento, también le pidió a las naciones en desarrollo mejor planificación en el cuidado de los enfermos.

"Los gobiernos deben mostrar más liderazgo en los trabajos que conduzcan a un tratamiento de la enfermedad a largo plazo", dijo.

Por su parte, Marc Wortmann, responsable de la Organización Internacional del Alzheimer, afirmó que "la escala de la crisis exige una acción global".

"La historia muestra que las grandes enfermedades pueden ser manejables, e incluso se pueden prevenir, con suficiente concienciación. Los políticos deberán hacer inversiones sustanciales en investigación y tratamiento", dijo.



Fuente: BBC Mundo

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martes, 14 de septiembre de 2010

Obesidad cuesta anualmente unos 215.000 millones a la economía estadounidense

La obesidad cuesta cada año a la economía estadounidense al menos 215.000 millones de dólares, entre los que se encuentran costes directos como los gastos médicos, e indirectos como los vinculados a la pérdida de productividad, según un estudio difundido este martes.

Las conclusiones del informe de 'Brookings Institution', un centro de reflexión de Washington, señalan que los costes médicos vinculados a la obesidad de los adultos exceden cada año 147.000 millones de dólares más que los adultos en buena salud. Para los niños obesos, el coste adicional es de 143.000 millones de dólares.

"Los costes médicos aumentaron notablemente en el curso de la última década y podrían continuar aumentando, posiblemente de manera importante, con la subida de la proporción de obesos entre los adultos y los niños en Estados Unidos", escriben los investigadores cuyo estudio aparece en el periódico 'Diabetes, Metabolic Syndrom and Obesity: Targets and Therapy'.

Además de estos gastos directamente vinculados, la obesidad genera costes en términos de pérdida de productividad, de absentismo, pero también relacionados con muertes prematuras de quienes lo padecen.

"Los costes totales en términos de productividad son probablemente sustanciales, alcanzando posiblemente los 66.000 millones de dólares al año en Estados Unidos", escriben Ross Hammond y Ruth Levine, de la división de los estudios económicos de 'Brookings'.

Los costes relacionados con el transporte también podrían verse afectados, por ejemplo, debido al peso de los pasajeros que utilizan líneas aéreas.

"El aumento de la masa corporal entre los estadounidenses significa más uso de carburante, y potencialmente de vehículos más grandes para transportar cada año al mismo número de personas que van al trabajo o viajan", insisten los investigadores.

"Esto induce a costes directos (en forma de un aumento del consumo de carburante) pero también a costes indirectos potenciales, en forma de emisiones suplementarias de gas y el efecto invernadero".


Ver informe: "The Economic Impact of Obesity in the United States" / The Brookings Institution




Fuente: ElMundo.es - AFP / "La obesidad le cuesta 200.000 millones de dólares a la economía de EEUU"
Fotografía: Nueva Orleans - 08 de septiembre: La primera dama de EE.UU. Michelle Obama juega en el campo como parte de la campaña de la NFL "PLAY 60" -una campaña de lucha contra la obesidad infantil- en la Escuela Primaria Brock. Obama se unió al comisionado de la NFL Roger Goodell y el ex entrenador de la NFL Tony Dungy para promover la campaña "Play 60" y apoyar también la iniciativa "Let's Move!" / Getty Images

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miércoles, 18 de marzo de 2009

OMS: Informe sobre la Salud en el mundo 2008

La atención primaria de salud, más necesaria que nunca.

El Informe sobre la salud en el mundo 2008, evalúa de forma crítica el modo en que la atención de salud se organiza, se financia y se presta en el mundo, tanto en los países ricos como en los pobres. En el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se documentan una serie de fracasos y defectos que han provocado peligrosos desequilibrios de la situación sanitaria entre poblaciones de un mismo país, o entre países.

"En el Informe sobre la salud en el mundo se expone el modo de afrontar las inequidades e ineficiencias de la atención de salud, y hay que prestar atención a sus recomendaciones", ha afirmado la Directora General de la OMS, la Dra. Margaret Chan, en la presentación del informe en Almaty (Kazajstán). "Un mundo que presente importantes desequilibrios en materia de salud no es estable, ni es seguro".

Con el informe La atención primaria de salud, más necesaria que nunca se conmemora el trigésimo aniversario de la Conferencia Internacional de Alma-Ata sobre atención primaria de salud, celebrada en 1978. Esa fue la primera ocasión en que la equidad sanitaria se incluyó en la agenda política internacional.

Inequidades llamativas

En un análisis de amplio alcance, el nuevo informe ha pone de manifiesto llamativas inequidades de los resultados sanitarios, el acceso a la atención y los pagos que deben efectuarse para recibirla. Las diferencias entre la esperanza de vida de los más ricos y los más pobres superan ahora los 40 años. De los 136 millones de mujeres que se estima que darán a luz este año, unos 58 millones no recibirán atención médica de ningún tipo durante el parto y el postparto, lo que pone en peligro sus vidas y las de sus hijos.

A escala mundial, el gasto anual de los gobiernos en salud varía entre unos escasos US$ 20 por persona hasta más de US$ 6000. Unos 5600 millones de personas de países de ingresos bajos y medianos tienen que pagar directamente de sus bolsillos más de la mitad de la atención de salud que reciben.

Dado el aumento de los costos de la atención de salud y el desbaratamiento de los sistemas de protección financiera, el gasto personal en salud hunde cada año a más de 100 millones de personas por debajo de la línea de pobreza.

Se registran enormes diferencias sanitarias dentro de los países, y a veces incluso dentro de una misma ciudad. Por ejemplo, en Nairobi, la tasa mortalidad de los menores de cinco años es inferior a 15 por 1000 en una zona de ingresos altos, mientras que en un barrio de chabolas de la misma urbe llega a 254 por 1000.

"A menudo, las altas tasas de mortalidad materna, infantil y de menores de cinco años indican que se carece de acceso a servicios básicos tales como agua limpia y saneamiento, vacunaciones o nutrición adecuada", ha afirmado Ann M. Veneman, Directora Ejecutiva del UNICEF. "Una atención primaria de salud que comprenda servicios integrados a escala comunitaria puede contribuir a mejorar la salud y a salvar vidas".

Sistemas de salud poco eficaces

Los datos expuestos en el informe son indicativos de que en muchos sistemas de salud ya no se otorga la máxima prioridad a que el acceso a la atención sea justo, los recursos se inviertan sensatamente o se disponga de capacidad para atender las necesidades y expectativas de la población, en particular de los grupos empobrecidos o marginados.

Como se señala en el informe, "la falta de acceso equitativo, los gastos empobrecedores y la pérdida de confianza en la atención de salud que provocan suponen una amenaza para la estabilidad social".

Para orientar los sistemas de salud hacia la mejora del desempeño, en el informe se pide un regreso a la atención primaria de salud, un planteamiento integral de la atención de salud presentado oficialmente hace 30 años. Cuando se comparan diversos países con el mismo grado de desarrollo económico, para una misma inversión, aquellos que han organizado la atención sanitaria en torno a los postulados de la atención primaria de salud gozan de un nivel de salud más alto.

Esas lecciones tienen una importancia enorme en momentos de crisis financiera mundial.

"Habida cuenta de las tendencias actuales, la atención primaria de salud se nos aparece cada vez más como la vía más inteligente para enderezar el desarrollo sanitario", ha declarado la Dra. Chan.

La atención primaria de salud más pertinente que nunca

En su formulación inicial, la atención primaria de salud revolucionó la interpretación de la salud y modificó radicalmente los modelos dominantes de organización y prestación de la atención sanitaria. Supuso un esfuerzo deliberado de oposición a las tendencias responsables de las "flagrantes inequidades" de la situación sanitaria de las poblaciones.

Demasiado a menudo, la población acomodada, y por regla general más sana, tiene el mejor acceso a la mejor atención, mientras que los pobres han de valerse por sí mismos. Frecuentemente, la atención de salud se presta según un modelo centrado en las enfermedades, la alta tecnología y la atención especializada y la salud se considera un producto de intervenciones biomédicas, y se desatiende en gran medida el poder de la prevención.

A veces se encomiendan a especialistas tareas que desempeñarían mejor los generalistas, médicos de familia o enfermeras. Ello aumenta la ineficiencia, restringe el acceso y priva a los pacientes de la posibilidad de recibir una atención integral. Cuando la salud se constriñe hacia la atención especializada, tiende a perderse una amplia gama de intervenciones protectoras y profilácticas.

Según estimaciones de la OMS, la mejora del uso de las medidas profilácticas disponibles podría reducir la carga mundial de morbilidad hasta en un 70%.

Las inequidades en el acceso a la atención y en los resultados sanitarios suelen ser mayores cuando la salud se trata como si fuera una mercancía y la atención se orienta en función de los beneficios que rinde. Es fácil predecir el resultado: pruebas y procedimientos innecesarios, estancias más frecuentes y más largas en los hospitales, aumento de los costos generales, y exclusión de las personas que no pueden pagar.

Una atención fragmentada

En las zona rurales del mundo en desarrollo, la atención se suele fragmentar en iniciativas separadas, centradas en determinadas enfermedades o proyectos, prestándose poca atención a la coherencia y con escasas inversiones en infraestructuras básicas, servicios y personal. Como se señala en el informe, en esas situaciones las personas se reducen a "objetivos programáticos".

Pero por encima de todo, la atención de salud no logra responder a la creciente expectativa social de recibir una atención sanitaria centrada en las personas, justa, asequible y eficiente.

El planteamiento de la atención primaria de salud, cuando se aplica adecuadamente, ofrece protección frente a muchos de esos problemas. Promueve un planteamiento holístico de la salud que otorga igual importancia a la prevención que a la curación, en un proceso de atención ininterrumpida que se extiende a lo largo de toda la vida. En el marco de ese planteamiento holístico, influye en determinantes de la salud fundamentales que proceden de múltiples sectores externos al de la salud, y ataca precozmente a esas amenazas a la salud.

La atención primaria de salud devuelve el equilibrio a la atención sanitaria, y sitúa a las familias y las comunidades en el centro del sistema de salud. Haciendo hincapié en la responsabilización local, premia la resistencia y el ingenio del espíritu humano y deja lugar para soluciones ideadas por las comunidades, que las comunidades hacen suyas y a las que prestan apoyo.

Justicia y eficiencia en los servicios

La estrategia básica para afrontar las inequidades es avanzar hacia la cobertura universal con un espíritu de equidad, justicia social y solidaridad. La justicia y la eficiencia en la prestación de los servicios constituyen los objetivos generales.

La atención primaria de salud ofrece asimismo la mejor posibilidad de afrontar tres males de la vida del siglo XXI: la globalización de los modos de vida insalubres, la aceleración de la urbanización no planificada, y el envejecimiento de las poblaciones. Esas tendencias contribuyen al aumento de enfermedades crónicas tales como las cardiopatías, la apoplejía, el cáncer, la diabetes y el asma, que generan nuevas demandas de atención a largo plazo y exigen gran apoyo comunitario. El planteamiento multisectorial es un elemento capital de la prevención, habida cuenta de que los principales factores de riesgo de esas enfermedades son externos al sector de la salud.

Como se señala en el informe, los sistemas de salud no aumentarán espontáneamente su grado de justicia y de eficiencia. Se requieren decisiones normativas que así lo propicien. Los datos y argumentos expuestos en el informe deberían facilitar esa tarea.

"En efecto, estamos alentando a los países a regresar a lo esencial", ha dicho la Dra. Chan. "La experiencia minuciosamente acopiada a lo largo de 30 años nos señala lo que funciona bien y nos indica la dirección a seguir, tanto en los países ricos como en los pobres".

:: Resumen del informe.

Decididos a reforzar sus sistemas de salud, los países se ven obligados cada vez más a reconocer que la perspectiva de la atención primaria de salud (APS) puede proporcionarles el nuevo y más definido rumbo que necesitan. En el análisis realizado en el Informe sobre la salud en el mundo 2008 se muestra que las reformas de la atención primaria, basada en los principios de acceso universal, equidad y justicia social, constituyen una respuesta fundamental a los retos sanitarios que plantea un mundo en rápida evolución y a las crecientes expectativas de los países y de sus ciudadanos en materia de salud y atención sanitaria.

El informe identifica cuatro conjuntos de reformas interrelacionadas de la APS que tienen por objeto lo siguiente: garantizar el acceso universal y la protección social, a fin de mejorar la equidad sanitaria; reorganizar la prestación de servicios en función de las necesidades y expectativas de la población; mejorar la salud de las comunidades mediante unas políticas públicas más idóneas; y renovar el liderazgo sanitario sobre la base de una mayor eficacia de las administraciones y la participación activa de los principales interesados directos.

Se publica este informe transcurridos 30 años desde la Conferencia de Alma-Ata de 1978 sobre atención primaria de salud, en la que se acordó abordar una situación de desigualdad sanitaria "política, social y económicamente inaceptable" en todos los países. Es mucho lo conseguido en este sentido desde entonces: si las tasas de mortalidad en la niñez fueran hoy las mismas que en 1978, en 2006 se habrían registrado 16,2millones de defunciones infantiles en lugar de los 9,5 millones que realmente se produjeron. Sin embargo, los progresos en materia de salud han sido extremada e inadmisiblemente desiguales, y muchas poblaciones desfavorecidas se están quedando rezagadas o incluso pierden terreno.

Al mismo tiempo, está cambiando radicalmente la naturaleza de los nuevos problemas sanitarios. La urbanización, la globalización y otros factores aceleran la propagación mundial de las enfermedades transmisibles y aumentan la carga de trastornos crónicos. El cambio climático y la inseguridad alimentaria tendrán grandes repercusiones en la salud en los años venideros, de modo que la articulación de una respuesta eficaz y equitativa entrañará enormes retos.

Ante todo eso, seguir haciendo lo habitual no es una opción viable para los sistemas de salud. Muchos de ellos parecen hallarse a la deriva, fijándose una tras otra prioridades a corto plazo, de forma cada vez más fragmentada y sin un sentido claro de la preparación necesaria para afrontar el futuro.

Por fortuna, el actual contexto internacional es favorable a una renovación de la APS. La salud mundial acapara un interés sin precedentes. Se aboga cada vez más por la unidad de acción y abundan los llamamientos en pro de la atención integral y universal y de la salud en todas las políticas. Las expectativas nunca habían sido tan altas.

Aprovechando este impulso, la inversión en reformas de la atención primaria puede transformar los sistemas sanitarios y mejorar la salud de los individuos, las familias y las comunidades en todas partes. Para todos aquellos interesados en conocer la manera de lograr avances sanitarios en el siglo XXI, el Informe sobre la salud en el mundo 2008 constituye una lectura indispensable.

:: Introducción y panorámica [pdf 1.51Mb]

:: Informe completo [pdf 4.22Mb]

Fuente: OMS / Organización Mundial de la Salud

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miércoles, 5 de septiembre de 2007

AVISOS DE TV MUY 'GORDOS'

La mayoría de los avisos en televisión para los niños son de comida rica en azúcar y sal según un estudio publicado por Investigadores de Estado Unidos.

Los niños estadounidenses son bombardeados por avisos televisivos de comida rica en grasa, azúcar y sal, mostró un estudio divulgado el martes.

Investigadores de la Universidad de Chicago observaron casi 100.000 anuncios de 30 segundos de productos alimenticios, desde cereales, refrigerios, dulces y bebidas, que fueron emitidos en la televisión durante programas vistos por menores, de dos a 17 años.

El estudio mostró que el 97,8% de los avisos de comida vistos por los niños de dos a 11 años mostraban alimentos ricos en grasa, azúcar y sodio.

En el caso del grupo mayor, de 12 a 17 años, el porcentaje es ligeramente menor, con casi 90% de la publicidad promoviendo comida de baja calidad nutricional.

Casi la mitad de los avisos dirigidos a ambos grupos fueron de productos con alto contenido de azúcar.

Y casi todos los anuncios de cereales para el desayuno dirigidos a pre-adolescentes se referían a productos con mucho azúcar.

El estudio fue realizado debido a las altas tasas de obesidad infantil y adolescente en Estados Unidos, explicaron los autores.

La obesidad infantil se triplicó en Estados Unidos entre 1978 y 2004, mostró un estudio publicado el mes pasado.

"Los niños de hoy son probablemente la primera generación que vivirá vidas más cortas y menos saludables que sus padres. Aproximadamente 25 millones de niños ya son obesos o tienen sobrepeso", indicó el organismo Trust for America's Health (TFAH) que desde hace cuatro años realiza este balance, titulado "F as in Fat" (que quiere decir a la vez "G como en Grasa" y "G como en Gordo").

Fuente: Observa.com.uy / AFP

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FUMADORES CORREN MAYOR RIESGO DE PADECER DEMENCIA: estudio.

Los fumadores son más propensos a desarrollar enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia que las personas que dejaron el hábito o que nunca consumieron cigarrillos, informaron investigadores holandeses.

Las personas fumadoras de más de 55 años eran un 50 por ciento más propensas a desarrollar demencia que las no fumadoras, reveló el equipo de la doctora Monique Breteler, del Centro Médico de Erasmo en Rotterdam, Holanda.

En un artículo publicado en la revista Neurology, Breteler y sus colegas indicaron que realizaron un seguimiento a casi 7.000 personas de más de 55 años por un promedio de siete años.

En ese período, 706 participantes desarrollaron demencia. Existe un gen que eleva el riesgo de demencia y que se denomina APOE4 o apolipoproteína E4.

El tabaquismo no afectó el riesgo de Alzheimer en las personas que tenían ese gen. Pero las personas que no lo tenían presentaban un 70 por ciento más de riesgo de desarrollar Alzheimer si fumaban.

El cigarrillo podría provocar pequeños accidentes cerebrovasculares (ACV) que, en ocasiones, pueden dañar el cerebro y causar demencia, dijo Breteler.

"Fumar aumenta el riesgo de enfermedad cerebrovascular (ACV), que también está vinculada con la demencia," señaló la autora en un comunicado.

"Otro mecanismo sería el estrés oxidativo, que puede causar daño celular en los vasos sanguíneos y conducir a un endurecimiento de las arterias. Los fumadores experimentan mayor estrés oxidativo que los no fumadores," agregó el escrito.

El estrés oxidativo, que es un proceso de oxidación en el cual ciertas reacciones químicas perjudican al ADN, también se observa en la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: Reuter

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LOS NIÑOS INTELIGENTES TIENDEN A SER VEGETARIANOS DE MAYORES, según un estudio.

Los niños con un elevado coeficiente intelectual son más propensos a convertirse en vegetarianos cuando crecen, según un informe publicado en el Reino Unido.

El estudio hecho a más de 8.000 hombres y mujeres de 30 años cuyo coeficiente intelectual fue medido cuando tenían 10 años, mostró que cuanto más elevado era éste más posibilidades había de que se volvieran vegetarianos.

"Las personas que son más inteligentes de pequeñas, que mantienen obviamente esa inteligencia cuando tienen 30 años, tenían más tendencia a ser vegetarianos que los menos inteligentes", dijo la doctora Catherine Gale, epidemióloga de la universidad de Southampton en Inglaterra.

Añadió que los hallazgos, publicados online por el British Medical Journal, coincidían con otros estudios que mostraron que los más inteligentes tienen a comer de forma más saludable y a hacer más ejercicio.

"Hay bastantes evidencias que relacionan el vegetarianismo con un riesgo menor de enfermedad coronaria. Quienes son vegetarianos tienden a tener una tensión arterial más baja, niveles más bajos de colesterol y un riesgo menor de morir de enfermedades coronarias", añadió Gale.

Por cada incremento de 15 puntos en los niveles del coeficiente intelectual, la probabilidad de ser vegetariano crecía un 38%. Incluso después de adaptarlo a factores como la clase social y la educación, la relación siguió siendo consistente.

Más del 33% de los hombres y mujeres del estudio se describieron como vegetarianos pero dijeron que comían carne blanca, como la del pollo, y pescado. El 4% eran vegetarianos estrictos y el 2,5% dijeron no comer ningún producto animal, incluidos huevos y productos lácteos.

Fuente: 20minutos.com / Reuter ( fotografía: V.Pinto/Reuters )

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sábado, 11 de agosto de 2007

EL SECRETO PARA LA LONGEVIDAD. Extractado de National Geographic.

Hace unos días me encontraba en las oficina, y mientras esperaba ser atendido, tomo una revista National Geographic, bajo el titulo “The Secrets of the Long Life” (de noviembre del 2005 y en la edición en español salio el titulo “En busca de la eterna Juventud”). Articulo central escrito por Dan Buettner y con unas excelentes fotografías de David Mclain.

Me recordó que tenía un post que había comenzado a escribir hacia mucho tiempo ya que uno de los artículos hablaba de los adventistas entre otros pueblos que se destacan por su longevidad. Aquí comparto con ustedes parte del mismo, en especial el que habla de los Adventistas. Como así también los accesos para que puedan acceder directamente a más información brindada por la revista National Geographic. MF

ADVENTISTAS.

El año pasado, cuando cumplió 100 años, Marge Jetton renovó su licencia de conducir por cinco años más. Pero lo que realmente la mantiene activa, según nos dice, es su fe cristiana. Ella, al igual que otros Adventistas del Séptimo Día- que evitan la comida chatarra y la cafeína- tienden a vivir entre cuatro y diez años más que el promedio de los californianos. “Necesitamos alguien que nos guíe en esta vida, y necesitamos tener grandes esperanzas”. Dice Marge. “Dios es un buen amigo”

Es viernes por la mañana y Marge Jetton conduce por la autopista de San Bernardino en su Cadillac Seville color malva. Escudriña el pasaje a través de sus anteojos oscuros, mientras su cabeza apenas sobrepasa el volante.

Marge, quien en septiembre cumplió 101 años, va retrasada para uno de los varios trabajos voluntarios que tiene el día de hoy y conduce rápidamente. Esta mañana ya ha caminado un kilómetro y medio, ha levantado pesas y ha desayunado su avena. “No sé bien por qué el Señor me ha concedido el privilegio de vivir tanto”, dice, señalándose a sí misma. “Pero mire lo que ha hecho”. Puede que Dios tenga o no tenga que ver con la vitalidad de Martge, pero su religión, seguro que sí.

Marge es una Adventista del Séptimo Día. Estamos en Loma Linda, California, a medio camino entre Palm Springs y Los Angeles. Aquí, rodeada de naranjos y normalmente cubierta por un smog color mostaza, vive una muy estudiada comunidad de Adventistas Séptimo Día.

La Iglesia Adventista siempre ha predicado y practicado un mensaje de salud: prohíbe expresamente fumar, consumir alcohol y la ingestión de alimentos bíblicamente “contaminantes”. “La dieta que el Creador escogió para nosotros está constituida por granos, frutas, nueces y vegetales”, escribió Ellen White, una lider influyente que ayudó a conformar la Iglesia Adventista.

Los adventistas también cumplen con el Shabat, interactuando socialmente con otros miembros de la iglesia y disfrutando de un “tiempo de sacralizad” que les ayuda a liberar el estrés. En la actualidad, la mayoría de los adventistas sigue el estilo de vida prescrito, un testimonio quizás de lo saludable que resulta mezclar la salud con la religión.

Entre 1976 y 1988, los institutos nacionales para la Salud de Estados Unidos patrocinaron un estudio de 34 mil adventistas de California, para ver si su estilo de vida, orientado hacia la salud, incidía en sus expectativas de vida y en los riesgos de enfermedades del corazón y de cáncer. El estudio encontró que el hábito de los adventistas de comer habichuelas, leche de soya, tomates y otros frutos disminuía su riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer. También sugería que consumir pan de trigo entero, tomar cinco vasos de agua al día, y, lo más sorprendente, el consumo de cuatro porciones de nueces por semana, reducía el riesgo de contraer enfermedades del corazón. Otra conclusión fue que no comer carnes rojas había coadyuvado para evitar tanto el cáncer como las enfermedades del corazón.

Al final, el estudio llegó a una asombrosa conclusión, afirma Gary Fraser de la Universidad de Loma Linda: el adventista vegetariano promedio vive entre cuatro y 10 años más que el californiano promedio.

Me reúno con Marge en un salón de belleza en Redlands. Cada viernes, en los últimos 20 años, no ha faltado a su cita de las 8 a.m. con su estilista, Barbara Millar.

Cuando llego, Marge hojea una copia del Reader’s Digest, mientras Bárbara le alisa un mechón de cabellos plateados. “¡Llegas tarde!”, me grita.

“Somos un montón de dinosaurios aquí”, me susurra Bárbara. “Eso lo serás tu”, le contesta, enérgica, Marge. “Yo no.”

Media hora más tarde, con el cabello luciendo como un copo de algodón, Marge me lleva hasta su coche. No camina, sino que sale pitando con un aire de autosuficiencia. “Súbete, me ordena, Me puedes ayudar”. Vamos hacia Loma Linda, a un hogar de atención diurna para ancianos, muchos de los cuales son varias décadas más jóvenes que Marge.

Marge abre la cajuela del coche y carga cuatro montones de revistas que reunión durante la semana. “Los ancianitos de aquí las leen y recortan las fotografías para hacer manualidades”, me explica. ¿Ancianitos?

Próxima parada: entregar botellas reciclables a una mujer que vive de la asistencia social y quien luego las cambiará por el dinero de los depósitos. En el camino, Marge me cuenta que ella nació pobre, hija de un criador y domador de mulas y de una ama de casa de Yuba City, en California. Trabajó como enfermera, mantuvo a su marido para que estudiara medicina, y crió a dos hijos. Su esposo James murió dos días antes de cumplir 77 años de casados. “Por supuesto que de vez en cuando me siento sola, pero para mi eso siempre ha sido un signo de que debo levantarme e ir a ayudar a alguien”

Como muchos adventistas, Marge pasa la mayor parte de su tiempo con otros correligionarios. “Es difícil tener amigos que no sean adventistas”, dice. “¿Dónde los puede conocer uno? No hacemos las mismas cosas.” Como resultado de esto, según afirman los investigadores, los adventistas aumentan sus posibilidades de longevidad al asociarse con personas que refuerzan sus costumbres saludables.

Al atardecer ya de regreso en Linda Valley Villa, la comunidad de adventistas retirados donde vive, Marge me invita a almorzar. Nos sentamos aparte, pero una serie de vecinos se acercan a saludar. Mientras comemos un guisado de tofu y una ensalada verde mixta, le pido a Marge que comparta conmigo su sabiduría de longevidad.

“No he comido carne en 50 años y no como nunca entre comidas”, me dice, mientras le da unos golpecitos a sus dientes perfectos. “Son todos míos”. Su trabajo voluntario le ayuda a sobrellevar la soledad que sufren los adultos mayores y le brinda, a la vez, una fuente de motivación, que también es algo de lo que están imbuidas las vidas de otros centenarios exitosos. “Hace mucho tiempo me di cuenta que tenía que salir al mundo”, me dice. “El mundo no iba a venir a mi”.

Tengo una última pregunta para Marge. Después de haber entrevistado a más de 50 centenarios en tres continentes, los encontré a todos muy agradables. No hallé ni un gruñón en el grupo. ¿Cuál es el secreto para un siglo de simpatía?

“Bueno, me gusta hablar con la gente. Veo a los extraños como amigos a los que aún no he conocido”. Hace una pausa meditativa. “Aunque quizás, la gente me pueda mirar y decirse: ¿Por qué esa mujer no se queda callada?”.

Sobre el articulo bajo el titulo, “The Secrets of the Long Life”, algo que me llamo la atención en la galería de fotos de la la revista National Geographic, es un breve comentario de Dan Buettner y la fotografía de David Mclain donde muestran a una familia adventista orando a la mañana. Y apuntan a la oración y comunión con Dios como uno de los secretos de la longevidad.

¿Creería que usted puede agregarle 10 años a su vida?

POR QUÉ VIVEN MÁS TIEMPO.
Las personas muy longevas en tres regiones muy distantes entre sí comparten un número de hábitos clave, a pesar de tener orígenes y creencias distintas.


La Biblia nos dice que no comamos cerdo”, dice Lidia Newton, quien prefiere las habichuelas, el queso, el pan y una rebanada de pastel de cumpleaños. Lidia, de 112 años, se encuentra entre las 20 personas más longevas del mundo, a sólo tres años de quien encabeza la lista.

Una vida larga y saludable no es un accidente. Comienza con “buenos” genes, pero también depende de los buenos hábitos que se tengan. Según los expertos, si se adopta el estilo de vida correcto, existen muchas probabilidades de que se pueda vivir un decenio más. En los últimos años, los investigadores han escudriñado el mundo para buscar los secretos de una larga vida. En Cerdeña, Italia, un equipo de demógrafos encontrón un foco de longevidad en los pueblos montañeses, donde los hombres llegan a los 100 años en una proporción asombrosa. En las islas de Okinawa, Japón, otro equipo examinó a un grupo de personas que se encuentra entre quienes más han vivido en la Tierra. Y en Loma Linda, California, los investigadores estudiaron a un grupo de Adventistas del séptimo Día que se distinguía por su longevidad. Los habitantes de estos tres lugares producen el porcentaje más alto de centenarios, padecen una fracción de las enfermedades que normalmente matan a las personas en otras partes del mundo industrialmente avanzado y disfrutan de una mayor cantidad de años de vida saludable.


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