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viernes, 17 de junio de 2011

Cómo manejar el estrés según la Biblia. Por Julián Melgosa

El estrés, también conocido como la reacción de “ataque o huida”, es la reacción del organismo ante demandas intensas o alarmas. Pero las alarmas no siempre llegan en la forma de amenazas físicas. A veces llegan como estímulos psicológicos, el recuerdo de eventos desagradables, sensaciones intensas de impotencia, sentido de culpa o los gritos de un bebé. Para la mayoría, el estrés está conectado con condiciones hostiles del trabajo, una conciencia culpable, problemas en las relaciones, finanzas limitadas y otras situaciones parecidas.

Cuando las personas perciben una situación alarmante, se activan una serie de mecanismos fisiológicos (neurales y hormonales) en el cuerpo. Los cambios más notorios incluyen la producción adicional de glucosa, aceleración de la frecuencia de la respiración y los latidos del corazón, tensión muscular, resequedad en la boca, entorpecimiento del proceso digestivo y la constricción de los vasos sanguíneos. Todos estos cambios en los procesos corporales aumentan la energía disponible para atacar el estímulo estresante o huir de él. Nuestro sistema de respuesta al estrés fue diseñado por nuestro Creador para ayudar a sus criaturas a sobrevivir ante el peligro.

El estrés moderado es bueno, porque la energía que produce nos permite terminar a tiempo los proyectos, correr para alcanzar el autobús o enfrentar la limpieza de la casa. Pero cuando la alarma se torna constante, pronto deja de producir resultados positivos, y puede causar enfermedades como la úlcera gástrica, el colon irritable, la hipertensión arterial, laarterosclerosis, el angina de pecho o el infarto de miocardio. Incluso puede afectar nuestro sistema inmunológico.

El poder de la oración

Quienes han experimentado una relación de fe con Jesús saben que la oración y la comunión con él ayudan a manejar el estrés de la vida con bastante éxito. De hecho, la oración parece mejorar nuestras defensas corporales. Un análisis de más de cincuenta investigaciones llevó a las siguientes conclusiones:

1. La meditación religiosa y la oración causan una actividad bidireccional entre el cerebro y el sistema circulatorio que baja la presión arterial y disminuye los latidos del corazón y el ritmo de la respiración. Estos cambios son incompatibles con el estrés, la ansiedad y el pánico.

2. La oración y la meditación producen un aumento en la actividad del hemisferio izquierdo del corazón. Este tipo de actividad está asociado con la respuesta inmunológica sana, como es la producción de anticuerpos que nos protegen contra las infecciones.

3. La oración y las prácticas religiosas también afectan el sistema nervioso central. Estimulan el lóbulo frontal del cerebro, lo que regula la actividad del sistema nervioso autónomo, el sistema límbico, el hipotálamo y la amígdala cerebral, y a su vez reduce el estrés.

4. La oración y las prácticas religiosas aumentan el nivel de los neurotransmisores melatonina y serotonina, que son sustancias secretadas por el cuerpo para inducir el relajamiento e inhibir el enojo y la agresión.

5. La afirmación pública de los valores y creencias de un individuo (algo que sucede cada semana en las iglesias) reduce el nivel de cortisol, que es la hormona del estrés. 1

Las estrategias anti estrés de Jesús

Jesús, por medio de sus palabras y ejemplo, nos ofrece consejos prácticos sobre cómo manejar nuestro estrés diario. El primer recurso notable que le permitía enfrentar las enormes presiones que experimentaba al sanar, predicar, alimentar a las multitudes y por ser objeto de persecución de parte de varios grupos, era su cercanía con su Padre. Jesús fortalecía su relación con su Padre por medio de la oración y la meditación. Por ejemplo, Marcos nos dice que “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (S. Marcos 1:35). A veces Jesús invitaba a sus discípulos a unírsele. Más de una vez les dijo: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” (S. Marcos 6:31). Orar en la quietud de la mañana o la noche, puede que sea la única oportunidad que tengamos para ser impresionados por la voz de Dios y recibir la energía y la sabiduría para enfrentar los desafíos que la vida nos trae.

Jesús también encontró alivio en la comunión con las personas. A veces lo encontramos descansando en la casa de Lázaro, Marta y María. Y se aseguraba de que sus discípulos tuvieran alguna recreación. Él sabía que un periodo de descanso y recreación, apartados de la multitud, les daría nuevo vigor. Al pedirles periódicamente que se retiraran a descansar, les estaba enseñando cómo equilibrar el trabajo con el reposo.

También podemos reducir el estrés por medio del trabajo; y no cualquier trabajo, sino el trabajo que produce alivio a los demás. La vida de Jesús fue fundamentalmente desinteresada. Constantemente empleaba sus energías para servir a los demás. En un sermón, Pedro resumió la vida de Jesús con las palabras: “Éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

Las personas que se ocupan en trabajos voluntarios, proyectos comunitarios y de asistencia a los demás, sienten mayores niveles de bienestar y satisfacción que los que no lo hacen. Allan Luks y Peggy Payne estudiaron a 3.296 voluntarios en el programa de Big Brothers/Big Sisters en la ciudad de Nueva York y 95 por ciento reportó sensaciones generales de bienestar y un aumento en su estima propia. También declararon que tienden a percibir sus experiencias negativas como asuntos de menor importancia. 2

Si usted está sufriendo de mucho estrés, quizá le convenga poner a un lado los papeles, herramientas, preocupaciones, sea lo que fuere, y reflexionar sobre cómo Jesús manejaba el exceso de trabajo. Y recuerde su promesa: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (S. Mateo 11:28, 29).

Ir a Jesús sigue siendo un extraordinario antídoto contra el estrés. ¿Por qué no lo comprueba hoy mismo?





Fuente: El Centinela
Autor: Julián Melgosa. Decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Washington. Tiene un doctorado en Psicología de la Educación y es autor de varios libros sobre la salud mental y espiritual.
Referencias: 1. Ver las páginas 25 al 33 del libro del mismo autor: Mental and Emotional Health [Salud mental y emocional], (Boise, Idaho: Pacific Press, 2010). 2. The Healing Power of Doing Good: The Health and Spiritual Benefits of Helping Others [El poder sanador del buen hacer: Los beneficios físicos y espirituales de ayudar a los demás], (New York: Ballantine, 1992).



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viernes, 15 de abril de 2011

La nuez, el alimento más nutritivo y saludable

Estudios han demostrado que los frutos secos, en particular los de cáscara dura, son alimentos muy nutritivos y buenos para la salud, en particular para el bienestar del corazón.Ahora, una nueva investigación centrada en los frutos de cáscara dura encontró que, entre ellos, la nuez es un producto natural "casi perfecto" por su alto nivel de antioxidantes y proteínas.

Además de sus beneficios nutricionales, estos productos contienen altos niveles de polifenoles, compuestos químicos antioxidantes que ayudan al organismo a contrarrestar los efectos de las moléculas que causan oxidación y dañan a las células.

Estudios pasados sugieren que el consumo regular de estos frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, determinados tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

• Más y mejores antioxidantes

Según los científicos de la Universidad de Scranton, Pensilvania (EE.UU.), entre todos los frutos secos de cáscara dura las nueces contienen una combinación de antioxidantes mayor en número y calidad que cualquiera de ellos.

El estudio (Walnuts are top nut for heart-healthy antioxidants) -que fue presentado durante la Reunión Anual de la Sociedad Química Estadounidense- analizó los niveles de nutrientes en nueve tipos de frutos de cáscara dura: las nueces, pistachos, almendras, cacahuates (maníes), nuez de Brasil, piñones, anacardo (castaña de cajú o nuez de la India en distintos países), macadamias y pacanas.

Todos estos productos son ricos en nutrientes como vitamina E, minerales, y ácidos grasos monoinsaturados y ploiinsaturados.

Los científicos encontraron que la nuez contenía más antioxidantes polifenoles que cualquier otro fruto.

"Hallamos que está por encima de los manís, las almendras, las pacanas, los pistachos y otras nueces", afirma el doctor Joe Vinson, quien dirigió el estudio.

"Un puñado de nueces contiene casi dos veces más antioxidantes que una cantidad equivalente de otro fruto seco de cáscara dura que se consume comúnmente".

"Pero lamentablemente la gente no come suficientes nueces. Y este estudio muestra que se debe ingerir más de este producto como parte de una dieta sana", añade el investigador.

• Grasas "buenas"

El doctor Vinson encontró que las nueces no sólo contienen más antioxidantes que otros frutos secos, sino que además los antioxidantes que contiene son mucho más poderosos y potentes.

Por ejemplo, los polifenoles antioxidantes de la nuez son entre cuatro y 15 veces más potentes que la vitamina E, que -se sabe- es muy beneficiosa por sus poderosos efectos antioxidantes.

Otra ventaja para elegir a la nuez como una fuente de antioxidante, dice el doctor Vinson, es que no suele comerse tostada como otros frutos secos.

"El calor que se desprende al tostar el fruto por lo general reduce la calidad de sus antioxidantes", afirma.

"La gente come nueces crudas y sin tostar, y así se obtiene toda la efectividad de esos compuestos", agrega.

Una creencia equivocada sobre estos productos, por la cual no se suelen comer grandes cantidades de ellos, es que se piensa que engordan por su alto contenido de calorías y grasas.

Pero tal como señala el doctor Vinson, "las nueces contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que son 'grasas buenas', y no contienen las dañinas grasas saturadas que pueden causar estrechamiento de las arterias".

Y para completar sus beneficios como alimento "casi perfecto", las nueces son una fuente rica de proteínas de alta cantidad, que según los investigadores pueden sustituir a la carne, además de vitaminas, minerales, fibra y están libres de lácteos y gluten.

Según el doctor Venison, basta con comer unas siete nueces al día para obtener todo el potencial de los beneficios a la salud de estos productos. *


► Las nueces ayudan a reducir el colesterol

El consumo de nueces podría ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre, afirman los científicos.
La investigación de la Universidad de Loma Linda, en California, Estados Unidos, revisó 25 estudios en los que participaron unas 600 personas en siete países.

Los científicos hallaron que quienes consumían una bolsa pequeña de nueces al día redujeron en 7,4% sus niveles de colesterol.

Por eso, creen que las nueces ayudan a prevenir la absorción del colesterol, de modo que estos alimentos deben formar parte de una dieta sana.

El colesterol -o lipoproteínas- es una sustancia que produce el hígado a partir de los alimentos grasosos que comemos.

Aunque es muy importante para el funcionamiento normal del organismo, los niveles excesivamente altos de este elemento en la sangre pueden tener efectos graves en la salud.

• Riesgo para el corazón

La evidencia científica demuestra que los altos niveles de colesterol pueden causar estrechamiento de las arterias y aumentar el riesgo de un infarto o derrame cerebral.

También se ha demostrado en el pasado que el consumo regular de nueces o frutos secos tiene beneficios para la salud, porque estos productos son ricos en proteínas, ácidos grasos insaturados, fibras, minerales, vitaminas y otros compuestos como antioxidantes y fitoesteroles.

Pero la nueva investigación -publicada en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna)- intentó establecer cuál es su impacto preciso en el estado cardiovascular.

Las personas involucradas en el estudio consumieron, en promedio, 67 gramos de nueces al día durante un período de entre tres y ocho semanas.

Además de mejorar los niveles de colesterol, las nueces redujeron la cantidad de triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre que también ha sido vinculada a enfermedades coronarias.

Sin embargo, afirman los científicos, el impacto fue menos pronunciado entre los participantes con sobrepeso.

• Esteroles

Los científicos no saben por qué las nueces tienen este efecto, pero creen que podría deberse a los fitoesteroles que contienen, que son compuestos que -se piensa- bloquean la absorción del colesterol en el nivel intestinal.

Tal como afirma el profesor Joan Sabaté, quien dirigió el estudio, "los efectos del consumo de nueces están relacionados con las dosis ingeridas, y los distintos tipos de nueces tienen efectos similares".

Pero el científico agrega que estos efectos se vieron "significativamente modificados por el colesterol LDL (el llamado "colesterol malo") ya presente, el índice de masa corporal y el tipo de dieta".

Es decir -explica el investigador-, el efecto del consumo de nueces en los niveles de colesterol fue mayor entre los individuos con un nivel alto de "colesterol malo", con un índice de masa corporal bajo y entre aquellos que consumían dietas de tipo occidental.

"Las nueces son un alimento integral que ha sido consumido por los humanos a lo largo de la historia", expresa el científico.

"Y puede esperarse que el aumento en el consumo de nueces como parte de una dieta prudente afecte de forma favorable los niveles de lípidos en la sangre y tenga el potencial de reducir el riesgo enfermedad coronaria", agrega.

Otros expertos advierten, sin embargo, que debe tenerse cuidado con el consumo de nueces cubiertas de azúcar o sal. **




* Fuente: BBC Mundo
Infograma: Clarin.com
**Fuente: BBC Mundo



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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Comer menos carne salva vidas

Un estudio reciente en el Reino Unido determina que 45.000 vidas podrían salvarse si se ingiriera menos este alimentoSegún la organización Friends of the Earth (Efo), más de 45.000 vidas al año podrían salvarse si todo el mundo se decidiera a no comer carne más de dos o tres veces a la semana.

Adoptar dietas alimenticias pobres en carne haría que 31.000 personas dejaran de morir prematuramente por causa de enfermedades del corazón, otras 9.000 de cáncer y 5.000 más de derrames cerebrales, según un reciente análisis de los hábitos alimenticios de los británicos que ha realizado el doctor Mike Rayner, experto en salud pública.

Una reducción considerable del consumo de carne ahorraría alrededor de 1.370 millones de euros al National Health Service, el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido, y contribuiría a reducir el cambio climático y la deforestación de Sudamérica, donde se están talando los bosques tropicales para cultivar forraje para animales y pastos para la cría de ganado vacuno que luego se exporta a Europa, asegura el informe.

Comer carne de un modo excesivo, en especial carne elaborada industrialmente, es perjudicial para la salud porque su ingestión posiblemente implique el consumo de más grasas animales, grasas saturadas o sal que la ingesta oficialmente recomendada, según Friends of the Earth.

La organización no está sugiriendo que se deje de comer carne por completo sino que insta a la población a no comer carne más de dos o tres veces a la semana, con una ingesta semanal que no exceda de los 210 gramos en total, el equivalente a media salchicha al día. La media de ingesta de carne a la semana se sitúa entre siete y diez raciones de 70 gramos cada una.

Adoptar estos hábitos salvaría 45.361 vidas al año, según la investigación realizada por Rayner y sus colegas en el seno del grupo de investigación de fomento de la salud, perteneciente a la Fundación Británica del Corazón de la Universidad de Oxford.

Los investigadores han calculado que pasar a comer carne un máximo de cinco veces a la semana evitaría 32.352 muertes, mientras que fallecerán otras 2.509 personas más al año en el 2050 si continúan los niveles actuales de consumo de carne.

Cada año se producen 228.000 muertes por culpa de tres afecciones en las que la ingestión de alimentos ejerce un papel protagonista: las enfermedades del corazón, los derrames cerebrales y los cánceres relacionados con el régimen alimenticio como, por ejemplo, el cáncer de colon.

"No es necesario que nos hagamos vegetarianos para velar realmente por nosotros mismos y por nuestro planeta, pero sí es necesario que reduzcamos el consumo de carne", ha manifestado Craig Bennett, director de política y campañas de Friends of the Earth.

El profesor Steve Field, presidente del Council of the Royal College of General Practitioners [Consejo del Real Colegio de Médicos de Familia], se ha mostrado de acuerdo en que "no se debería dejar de comer carne, pero sí se debería comer menos, especialmente carne elaborada industrialmente, debido a su contenido en sal y en grasas saturadas, y comer más frutas y verduras".

Rachel Thompson, subdirectora del World Cancer Research Fund [Fondo Mundial de Investigación del Cáncer], ha comentado que "estas cifras vienen a reforzar lo que hemos estado diciendo acerca de las carnes rojas y de elaboración industrial, esto es, que hay pruebas convincentes de que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de colon, el tercer cáncer más generalizado en el Reino Unido. El Fondo recomienda comer no más de 500 gramos de carne roja a la semana y evitar la ingestión de preparados cárnicos como, por ejemplo, panceta, jamón y embutidos".

Jen Elford, de la Vegetarian Society [Sociedad Vegetariana], ha añadido que "por supuesto, menos carne es mejor que más carne, pero no podemos abordar la magnitud de los problemas medioambientales y de salud que afronta la sociedad si no renunciamos de forma masiva y generalizada a las proteínas animales".

Los productores de carne han criticado el informe. "La inmensa mayoría de los consumidores ya comen menos de la cantidad de carnes rojas que se recomiendan por término medio", afirmó Chris Lamb, de BPEX, organización que representa a 20.000 productores de cerdo en Inglaterra. "Es excesivamente simplista afirmar que el cambio de un único elemento de un régimen alimenticio puede tener un resultado tan espectacular”.




Fuente: Observa.com.uy / ElMundo.es / Guardian.uk.co

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domingo, 10 de octubre de 2010

Desarrollarán alimentos que ataquen enfermedades

Nestlé invierten US$ 507 millones y servirán para diabetes y males cardíacos, entre otros.Cuenta la leyenda que Henri Nestlé, un químico de origen alemán radicado en Suiza, desarrolló una harina a base a leche y cereales tostados. Corría el año 1866 y el producto pensado para aquellos bebés que no podían ser alimentados por sus madres, dio respuesta a la elevada mortalidad infantil de la época.

Con su descubrimiento, Nestlé fundó el que es hoy el mayor grupo de alimentos del mundo. Ayer y siguiendo esos mismos pasos, Nestlé anunció la creación de una nueva empresa y de un gigantesco instituto de investigación para desarrollar alimentos que puedan atacar a enfermedades como la diabetes.

Así se anticipa a lo que ya es una tendencia en las compañías de alimentación que están enfocando los productos hacia el cuidado de la salud. Y tiende puentes hacia la industria farmacéutica.

El fabricante del café Nescafé, de los chocolates KitKat y de las sopas Maggi ha estado incursionando en el rentable mercado de los alimentos sanos para tratar de captar a más consumidores preocupados por una alimentación saludable.

El presidente ejecutivo de Nestlé, Paul Bulcke, dijo ayer en una conferencia de prensa que ese mercado aún está en crecimiento, con un tamaño estimado entre 100.000 y 150.000 millones de dólares.

La firma comunicó en su sede central, la llamada torre de cristal en Ginebra, que Nestle Health Science, estará operativa el próximo 1 de enero.

Y que realizará estudios sobre alimentos que pueden evitar o tratar enfermedades como la diabetes, problemas cardíacos y el mal de Alzheimer.

Nestlé invertirá 507 millones de dólares en la próxima década en la sociedad, que competirá tanto con empresas alimentarias como con farmacéuticas.

Su rival Unilever también incursiona en el sector de los alimentos saludables, en lo que promete ser una nueva batalla por el reinado de ese segmento.

"Con esta medida, Nestlé está afirmando aún más su atención en el negocio nutricional", dijo el analista de Vontobel Jean-Philippe Bertschy, a la agencia Reuters.

"Cada vez más gente sufre en el mundo de problemas como obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares, que suelen ser el reflejo de una mala dieta y la falta de ejercicios", señaló.

La nueva firma de Nestlé estará dirigida por Emmanuel Baetge, que proviene de la industria de la biotecnología.

Con la mira en la producción de este tipo de alimentos para la salud, Nestlé compró en los últimos tres años una serie de firmas que hacen a su estrategia, como Novartis Medical Nutrition y Vitaflo.

Y desde 1986 tomó la decisión de desarrollar centros de investigación y desarrollo. Cuenta con 29 concentrados en Europa y Estados Unidos. El año pasado invirtió 2.000 millones de dólares en investigación.

En el mundo Nestlé factura 109.000 millones de dólares, posee 456 fábricas, de las cuales siete están radicadas en la Argentina. Aquí factura unos $ 2.000 millones al año y emplea a 1.800 personas. Sus marcas son líderes y contabiliza unos 10.000 productos diferentes. En el planeta vende alrededor de 1.000 millones de unidades cada día.




Fuente: iEco.clarin.com / Nestlé desarrollará alimentos que ataquen enfermedades

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lunes, 31 de mayo de 2010

Día Mundial Sin Tabaco 2010

El 31 de mayo de cada año la OMS celebra el Día Mundial sin Tabaco, cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo de tabaco para la salud y fomentar políticas eficaces de reducción de dicho consumo. El consumo de tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión, y es responsable de la muerte de uno de cada diez adultos.

El tema del Día Mundial sin Tabaco 2010 es el género y el tabaco, haciendo especial hincapié en la mercadotecnia dirigida a las mujeres. La OMS utilizará este día para llamar la atención hacia los efectos nocivos de la mercadotecnia y del consumo de tabaco en las mujeres y las niñas.

La Asamblea Mundial de la Salud instituyó el Día Mundial sin Tabaco en 1987 para llamar la atención mundial hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales. La celebración de este día es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco y fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco. El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria.

Tema: Género y tabaco: la promoción del tabaco dirigida a las mujeres

Como tema del Día Mundial Sin Tabaco 2010, que se celebrará el 31 de mayo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elegido «Género y tabaco: la promoción del tabaco dirigida a las mujeres».

Una parte importante de cualquier estrategia integral de control del tabaco consiste en luchar contra la epidemia de tabaquismo en las mujeres. El Día Mundial Sin Tabaco 2010 se consagrará a poner de relieve los efectos nocivos de la promoción del tabaco dirigida a las mujeres y las niñas. También subrayará la necesidad de que las casi 170 Partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco prohíban toda publicidad, promoción y patrocinio con arreglo a su constitución o sus principios constitucionales.

De los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo, el 20% son mujeres; sin embargo, esta cifra va en camino de aumentar. Las tasas de tabaquismo de los hombres han alcanzado su punto más alto, mientras que las de las mujeres siguen aumentando. Las mujeres constituyen un importante blanco de oportunidad para la industria tabacalera, que necesita captar nuevos consumidores para remplazar a casi la mitad de los consumidores actuales, que morirán prematuramente por enfermedades relacionadas con el tabaco.

Resulta especialmente perturbadora la prevalencia cada vez mayor de consumo de tabaco entre las niñas. En un informe reciente, Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana, se aportan pruebas de que la publicidad del tabaco se concentra cada vez más en las niñas. Los datos de 151 países indican que alrededor del 70% de las adolescentes fuman cigarrillos, frente al 12% de los chicos de la misma edad.

El Día Mundial Sin Tabaco 2010 dará por fin la importancia que merece al control de la epidemia de tabaquismo en las mujeres. En el informe recién mencionado, la Directora General de la OMS, doctora Margaret Chan, afirma que proteger y promover la salud de las mujeres es decisivo para la salud y el desarrollo, no solo de las generaciones presentes sino también de las generaciones futuras.

El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, que entró en vigor en 2005, manifiesta alarma «por el incremento del número de fumadoras y de consumidoras de tabaco en otras formas entre las mujeres y las niñas en el mundo entero».

Aunque la campaña del Día Mundial Sin Tabaco 2010 se centrará en la mercadotecnia del tabaco dirigido a las mujeres, también tendrá en cuenta la necesidad de proteger a los niños y los hombres de las tácticas de las empresas tabacaleras. Como afirma la OMS en Gender and tobacco control: a policy brief, (Género y control del tabaco: orientaciones políticas) informe publicado en 2007, las medidas generales de control del tabaco tal vez no tengan la misma o parecida eficacia en los dos sexos, por ello se debe incluir la perspectiva de género. Por consiguiente, es importante que en las políticas de control del tabaco se reconozcan y tengan en cuenta las normas, diferencias y respuestas de género con respecto al tabaco a fin de reducir el consumo de tabaco y mejorar la salud de hombres y mujeres en todo el mundo.

En otro informe de 2007, Sifting the evidence: gender and tobacco control, (Revisión de la evidencia: género y control del tabaco) la OMS afirmó que tanto los hombres como las mujeres necesitan tener información completa acerca de los efectos del consumo de tabaco que son específicos de uno y otro sexo, y recibir igual protección de la publicidad y la mercadotecnia ideadas en función del género y del desarrollo de productos de tabaco específicos para cada sexo por las empresas tabacaleras trasnacionales. Asimismo, unos y otras necesitan información que tenga en cuenta la perspectiva de género acerca de la protección frente al humo de tabaco ajeno y la exposición ocupacional al tabaco o la nicotina, así como la manera de protegerse de ellos.

En el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco se reconoce «la necesidad de estrategias de control del tabaco específicas en función del género», así como «de una plena participación de la mujer en todos los niveles de la formulación» de políticas y la aplicación de medidas de control del tabaco.

En el Día Mundial Sin Tabaco 2010 y a lo largo del año siguiente, la OMS alentará a los gobiernos a que presten particular atención a proteger a las mujeres de las tentativas de las empresas tabacaleras de atraerlas a un estilo de vida dependiente de la nicotina. Al responder al llamamiento de la OMS, los gobiernos pueden reducir la carga de ataques cardiacos mortales o incapacitantes, accidentes cerebrovasculares, cánceres y enfermedades respiratorias que son cada vez más frecuentes en las mujeres.

A lo largo del siglo XXI, el consumo de tabaco podría matar a más de 1 000 millones de personas. En consecuencia, reconocer la importancia de reducir el consumo de tabaco de las mujeres y actuar en consecuencia salvaría muchas vidas.




Fuente: OMS / Organización Mundial de la Salud

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lunes, 26 de abril de 2010

Recomienda ONU vida sana para combatir enfermedades no transmisibles

- Esos padecimientos constituyen las mayores causas de muerte en el mundo
- Naciones Unidas señala que los gobiernos necesitan promover el ejercicio o evitar fumar

Naciones Unidas, 13 de abril.- La División de Población de la ONU manifestó hoy que la promoción de buenos hábitos y de una vida sana es la mejor forma de combatir enfermedades no transmisibles, que constituyen las mayores causas de muerte en el mundo.

“Los gobiernos necesitan promover temas que no estén directamente relacionados con la salud para combatir las enfermedades no transmisibles, como el ejercicio, una buena alimentación o evitar fumar”, dijo la directora de la División de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Hania Zlotnik.

Entre las principales enfermedades no transmisibles están el cáncer, afecciones respiratorias, cardiovasculares y digestivas, y la diabetes, entre otras, cuya prevalencia se ha incrementado en el mundo al tiempo que aumenta la expectativa de vida de la población.

Según la ONU, la proporción de personas que mueren después de los 60 años se ha elevado de 26 por ciento entre 1950 y 1955, a 54 por ciento en el periodo 2005-2010.

A fin de combatir los males que aquejan a las personas de edad avanzada, los estrategias de salud deben enfocarse no sólo en el tratamiento, sino en la prevención, expresó Zlotnik.

La ONU indicó que las enfermedades no transmisibles son la principal causa de muerte en todas las regiones del mundo, excepto en el África subsahariana, donde el VIH-Sida, las infecciones y los parásitos causan la mayoría de los decesos de la población.

La Comisión de Población y Desarrollo de la ONU se reunirá en la sede del organismo del 12 al 16 de abril próximos para desarrollar estrategias que permitan enfrentar las enfermedades no transmisibles.



Fuente: ElFinanciero.com.mx

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viernes, 18 de diciembre de 2009

Estudio confirma que ser vegetariano incrementa la inteligencia

Los hombres y mujeres que basan su dieta alimenticia en frutas y verduras mejoraron su puntaje en los exámenes de inteligencia, señala una investigación de la Universidad de Southampton.
Los niños inteligentes son más propensos a convertirse en vegetarianos de mayores, afirma el estudio.

Un equipo de la Universidad de Southampton concluyó que los vegetarianos adultos han registrado 5 puntos más de coeficiente intelectual que los no vegetarianos.

Los investigadores afirman que esto puede explicar por qué las personas con coeficiente intelectual más alto escogen una dieta vegetariana, que se asocia a una menor incidencia de enfermedades cardíacas y obesidad.

El estudio apareció publicado en el British Medical Journal. En dicha investigación, 366 de los participantes declararon ser vegetarianos -aunque más de 100 reportaron comer aún pollo o pescado.

Los hombres vegetarianos tuvieron un puntaje CI (coeficiente intelectual) de 106, comparado con los 101 de los no vegetarianos, mientras que las mujeres vegetarianas puntuaban en promedio 104 frente al 99 de las no vegetarianas.

No existían diferencias significativas entre los que afirmaban ser vegetarianos estrictos y los que decían que comían aún pollo y pescado.

Las personas vegetarianas del estudio eran principalmente de sexo femenino, la mayoría de una clase social ocupacional alta y tenían niveles de educación y éxito laboral más altos que los no vegetarianos. Sin embargo, estas diferencias no se veían reflejadas en los ingresos anuales, que eran similares entre los vegetarianos y los no vegetarianos.

La investigadora jefe, Catherine Gale, recalcó que: "El hallazgo de que los niños con mayor inteligencia es más probable que se conviertan en vegetarianos cuando son adultos, junto a la evidencia de los potenciales beneficios de una dieta vegetariana sobre la salud cardíaca, puede ayudar a explicar porqué el CI más alto de los niños y adolescentes se relaciona con la reducción de los riesgos de enfermedades cardíacas en la vida adulta."
Inteligencia

De todos modos, agrega Gale que la relación sólo puede ser un ejemplo de muchas otras preferencias y estilos de vida que varían con la inteligencia y que pueden o no tener implicaciones para la salud.

Liz O'Neill, de la Vegetarian Society, dice: "Nosotros siempre hemos tenido claro que el vegetarianismo es una opción inteligente y compasiva que beneficia a los animales, las personas y el medio ambiente. Ahora tenemos la evidencia científica para probarlo. Quizás eso explica el hecho de que muchas personas que han reducido su consumo de carne se autodenominen vegetarianos, aún cuando sepan que los vegetarianos jamás comen pollo, pavo o pescado."

Pero el Dr. Frankie Phillips, de la British Dietetic Association, dice: "Esto es como el problema del huevo o la gallina: las personas se vuelven vegetarianas ¿porque tienen un CI más alto o porque entienden que es una dieta más saludable?".


Fuente: BBC ("High IQ link to being vegetarian") / HazteVegetariano.com
Traducción: Fabiola Leyton D.

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viernes, 2 de octubre de 2009

Comer mal es peor que fumar

La mala nutrición provoca un aumento de las alergias y otros trastornos - La educación es la mejor herramienta para combatirla

Comer demasiadas hamburguesas puede producir obesidad y aumento del colesterol. Al igual que se avisa en los paquetes de tabaco, los consumidores deberían estar advertidos de las consecuencias del consumo de ciertos alimentos. Los cambios en la dieta han sido vertiginosos en los últimos años y, como señalan expertos en nutrición, la tendencia es a peor. Comer mal, además, no sólo produce obesidad, diabetes o problemas cardiovasculares. Están aumentando las alergias e intolerancias y también otros trastornos, de carácter más leve, que merman la calidad de vida. Hasta tal punto que, si no se invierte esta tendencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé algo nunca visto: que los nacidos después de 2000 tengan menos esperanza y calidad de vida que los que nacieron antes.

Manuel Serrano-Ríos, catedrático de Medicina Interna de la Universidad Complutense y miembro de la Real Academia de Medicina, opina que "globalmente, una mala nutrición es un factor de riesgo más grave que el tabaco, ya que su impacto es mayor sobre muchos sistemas". Un grupo de expertos del Consejo Científico del Instituto Danone, que preside Serrano-Ríos, debatió la semana pasada sobre la importancia de invertir la mala tendencia en la alimentación durante un curso sobre nutrición y salud pública en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander. Pilar Cervera, ex directora del Centro de Enseñanza Superior de Nutrición y Dietética, también opina que las secuelas de comer mal se extienden más que las del tabaco. "Por eso tienen efecto las luchas contra el tabaco, porque se habla de consecuencias más concretas", asegura Cervera.

La obesidad, que ha sido la primera enfermedad no infecciosa de la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara una pandemia, es la consecuencia más visible de una mala alimentación. Pero la necesidad de volver a la dieta mediterránea se apoya además en otros factores: "La prevalencia de alergias e intolerancias ha aumentado muchísimo en los últimos años", afirma Ascensión Marcos, experta del Grupo de Inmunonutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Los malos hábitos en la alimentación repercuten en el sistema inmune", incide Marcos, "y aunque muchas alergias e intolerancias alimentarias están sin diagnosticar, se está diciendo que en 2010 entre el 40 y el 50% de la población europea va a padecer algún tipo de alergia".

La dificultad de diagnóstico se extiende a otros de los efectos de la mala nutrición, "trastornos sin gravedad pero que van mermando la calidad de vida, y de los que la gente no se preocupa hasta que no son verdaderos problemas", afirma Pilar Cervera. "El estreñimiento es uno de los más comunes, del que se pueden derivar hemorroides o fisuras anales, que a la vez pueden terminar en anemia por pérdidas de sangre; en general hay todo un subgrupo de trastornos ligados a una mala alimentación; mala hidratación, que da problemas de piel, de cabello... y estos pequeños trastornos simplemente se van asumiendo, por lo que no desaparecen o empeoran hasta que son realmente graves", explica la experta del Instituto Danone, que aboga por una alimentación variada y con horarios establecidos como solución a estos problemas.

Son muchos los factores que influyen en la mala nutrición. Aparte del estilo de vida, "la tecnología de alimentos", afirma Serrano-Ríos, "ha contribuido a incluir en alimentos procesados ingredientes que facilitan la alergia; el consumo preferencial de determinados alimentos, a la vez que los nuevos métodos de laboratorio han contribuido a que se desarrollen estos problemas".

Para los expertos se trata de una especie de paradoja: la mejora del nivel de vida no ha hecho sino empeorar la calidad o el equilibrio en la alimentación y poner en grave peligro la dieta mediterránea. "Los españoles comemos mucho, comemos mal, apenas hacemos ejercicio físico y dormimos menos horas de las convenientes", afirma Isabel Ávila, miembro del Instituto Danone y presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU), que acaba de presentar un estudio sobre hábitos saludables. El resultado ha sido un "suspenso absoluto". Según el informe, tan sólo el 6,6% de la población alcanza los objetivos de alimentación saludable respecto al consumo de frutas, verduras, pescado y legumbres.

Unos datos poco alentadores y mucho peores en equilibrio que los de los últimos años: "Antes era menos habitual que los jóvenes tomaran tantas calorías y no estaba en este peligro la dieta mediterránea; no sabemos por qué, pero aunque cada vez somos más exigentes con la salud y con la alimentación, al final nos cuidamos menos y nos alimentamos peor", afirma Ávila.

No están claras las razones del aumento ni tampoco la solución, pero existe consenso sobre cuál debe ser la principal vía de combate: la educación es la base para modificar unos hábitos más difíciles de cambiar conforme avanza la edad. "Esta falta de formación, de atención a la nutrición para una vida saludable, repercute en otros ámbitos muy graves, ya que se produce un riesgo de manipulación, porque la gente se cree todo lo que le cuentan sobre dietas, lo que se anuncia en televisión", asegura Serrano-Ríos. Un grave desconocimiento que se transmite de padres a hijos: "Los niños son grandes imitadores, por eso es muy importante que toda la familia coma lo mismo, eso de preguntarles a los niños qué quieren comer no se hacía en mi época", dice Cervera, "es vital que toda la familia coma lo mismo e introducir al niño pronto en la mesa familiar".

La responsabilidad es tanto familiar como escolar. Los expertos coinciden en que la educación alimentaria es un apartado olvidado y que es necesario potenciarla a todos los niveles de la educación. "En la asignatura de Educación para la ciudadanía", afirma Serrano-Ríos, "y en la carrera de Medicina, donde ni siquiera está bien reflejada la importancia de la nutrición; los médicos tienen una formación muy escasa, yo diría que casi ha habido menosprecio en este sector". La poca consideración que se ha dado a la nutrición no evita la existencia de otra paradoja. Hay preocupación, pero no acción. El estudio revela que el 75% está preocupado por llevar una dieta sana, aunque a la hora de la verdad todo se quede en buenas intenciones.

La presidenta de CEACCU cree que, en general, la sociedad padece "poca información y menos formación". Problemas de etiquetado y de tiempo para cocinar se suman al desconocimiento. Pilar Cervera asegura que para adquirir esta educación "hay que conocer los grupos alimentarios y mezclarlos de forma equilibrada". La experta en nutrición cree que "la dietética no está reñida con la gastronomía, es necesario cuidar la presentación y controlar la grasa y sal, pero tampoco eliminarlos". Factores que hagan más atractiva la variedad, sobre todo en lo que concierne a los niños, pueden ser clave para conseguir un cambio en esta cultura que se aleja peligrosamente de la dieta mediterránea.

Un atisbo de esperanza viene de la mano de la crisis. Ávila cree que la coyuntura económica "está cambiando ligeramente los hábitos, las familias están recuperando buenas costumbres en la mesa". Los productos base de la dieta mediterránea son, de hecho, algunos de los más económicos. Las legumbres, vegetales o los cereales cumplen ambos requisitos y tienen en este momento su oportunidad perfecta para recuperar el protagonismo en la mesa. Y es que, a la hora de comer, nada como los platos de la abuela.

Buenas intenciones, malos hábitos

Buenas intenciones pero poco más. El estudio presentado la semana pasada por la Confederación española de organizaciones de amas de casa, consumidores y usuarios (CEACCU) revela que la mayoría de los españoles (74,4%) se preocupa por llevar una vida sana.

La teoría está muy bien y casi todo el mundo se la sabe. Sin embargo, en la práctica son realmente muy pocos los que tienen buenos hábitos o se preocupan por adquirirlos. El informe, realizado a partir de 5.500 encuestas, recoge los errores más frecuentes y que más se reconocen: no tomar suficientes frutas y verduras (el más común), no hacer un desayuno completo y comer muy pocas legumbres. Isabel Ávila, presidenta de CEACCU, valora la situación como un serio peligro para la dieta mediterránea y lamenta que en la sociedad falte tiempo e información para atender a la alimentación.

Son los mayores, según el estudio, quienes más se preocupan por la dieta y se alimentan de forma más equilibrada, son precisamente quienes ya tenían los hábitos adquiridos, dice Ávila. Por sexos, el hombre es quien menos se preocupa por seguir una dieta en condiciones y, entre ellos, son los solteros, divorciados y la gente con bajo nivel de estudios los que menos se cuidan en este sentido.

El ejercicio físico casi brilla por su ausencia. Sólo el 27% confiesa realizar algún tipo de ejercicio o deporte (incluidos paseos de media hora o de más tiempo). Y, además, se duerme poco. Más de la mitad duerme menos de siete horas diarias recomendadas y la siesta tiende a desaparecer. Así, el 60% de la población no se la echa nunca.

Los distintos factores están encadenados, cuando se cambia uno se cambian todos, señala Ávila sobre la tendencia a agrupar los hábitos, ya que está comprobado que quienes tienen costumbres escasamente saludables suelen tener más de una.

El fumador habitual consume, en general, menos fruta que el no fumador, advierte la presidenta de la CEACCU. Para Ávila, uno de los papeles más importantes en esta lucha contra la desinformación alimentaria lo tienen los medios de comunicación.


Fuente: ElPais.com
Autor: C. Castro Carbón
Fotografia: La "súper hamburguesa" de 1360 calorías y 91 gramos de grasa. La cadena de comida Burger King's ha presentado su nueva creación: la hamburguesa "Angry Triple Whopper". Tiene 3 carnes, tocineta, pepinillos, cabollas "Angry", tomates, lechuga, queso y salsa "Angry". En total, aporta 1360 calorías, 91 gramos de grasa, 33 gramos de grasas trans, 235 mg de colesterol, 59 gramos de carbohidratos, 13 gramos de azúcar, 77 gramos de proteínas y 1830 mg de sodio. Por si fuera poco, quienes asuman el reto de consumir esa hamburguesa, la podrán acompañar de una porción de papas fritas con 500 calorías.

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domingo, 26 de abril de 2009

La ventaja adventista. Por Larry Beeson

Sea una simple radio o una compleja y enorme pantalla para un televisor estereofónico, una batidora o el último automóvil, todo lo que tú compras viene con un manual del dueño. El fabricante espera que tú leas el manual antes de que empieces a usar tu nueva adquisición. Tú acudirás al manual tan frecuentemente como sea necesario a fin de comprender el mecanismo y el funcionamiento del producto y para asegurarte de que sirva mejor y dure más tiempo.

Si eso es así con una batidora o un automóvil, ¿cuánto más deberíamos cuidar de nuestro cuerpo, quizá el sistema más complejo que jamás hayamos conocido?

La Biblia nos informa que "Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente" (Génesis 2:7). El Creador también nos ha dado su manual para el debido cuidado y tratamiento de nuestro cuerpo. Este manual es la Biblia y se nos anima a leerla para una mejor comprensión del cuidado del cuerpo. Pablo dice: "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo...? Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo" (1 Corintios 6:19-20). En adición a otros significados que este pasaje pueda encerrar, uno relevante para nuestro estudio es la cuestión de qué habremos de comer y de beber.

La epidemiología de los adventistas

Durante las últimas décadas, diversas organizaciones relacionadas con la salud dentro y fuera de los Estados Unidos (por ejemplo, los Institutos Nacionales de Salud, la Sociedad Americana de Cáncer, la Asociación Americana del Corazón, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud, etc.) han provisto evidencias epidemiológicas en cuanto a qué características del estilo de vida promueven la salud y frenan el proceso de la enfermedad. Parte de esa evidencia proviene de investigaciones de salud sobre los adventistas del séptimo día. Dichas investigaciones se han concentrado en los adventistas por dos razones. Primero, ellos tienden a ser más homogéneos en muchas de sus elecciones relacionadas con el estilo de vida, tales como el evitar el alcohol y el tabaco. Segundo, los adventistas son más heterogéneos en sus hábitos nutricionales: varían desde vegetarianos estrictos (dieta sin productos animales) hasta lacto-ovovegetarianos (dieta que incluye productos lácteos y huevos, pero no carne) y omnívoros (consumidores de todo, incluso carne). Se han publicado más de 250 artículos alrededor del mundo sobre las ventajas de salud de los adventistas. La mayor parte de lo que se describe a continuación se refiere a investigaciones conducidas por investigadores de la Universidad de Loma Linda sobre los adventistas en California. Pero se han informado hallazgos similares respecto a los adventistas en Noruega, Holanda, Polonia, Dinamarca, Japón, Australia y otros países.

El Estudio de Mortalidad Adventista (EMA)

El primer estudio epidemiológico importante de adventistas comenzó en 1958. Se lo conoce como el Estudio de Mortalidad Adventista (EMA) e implicó a 22.940 adventistas blancos no hispanos en California.1 Los hallazgos de este estudio sobre adventistas fue comparado con un estudio similar de no adventistas conducido por la Sociedad Americana de Cáncer durante el mismo período. Ambos estudios utilizaron a personas voluntarias en California que eran relativamente bien educadas en comparación con el californiano promedio. Ambos estudios obtuvieron copias de certificados de defunción de participantes en el estudio que habían muerto durante los años consecutivamente subsiguientes. Las similitudes entre los grupos eran importantes porque se había encontrado que los individuos que se prestan como voluntarios para tales estudios tienden a ser más sanos que la población en general, y aquellos que se encuentran en las clases económicas superiores por lo general tienden a tener índices inferiores de enfermedad. De esta manera, el Estudio de Mortalidad Adventista y el estudio de la Sociedad Americana de Cáncer proveyeron una comparación razonablemente imparcial entre adventistas y no adventistas.

La comparación reveló lo siguiente: Si la mortalidad por cáncer en el Estudio de la Sociedad Americana de Cáncer era de 100, la mortalidad para los adventistas era de 60 para los hombres y de 76 para las mujeres. Esto significa que después de hacer los ajustes por diferencias en distribuciones de edad en los dos estudios, los hombres adventistas tenían un índice de muerte por cáncer significativamente más bajo para un grupo de edad dada en comparación de lo que podría esperarse para un grupo comparable. Esto significa que los hombres adventistas todavía morían de cáncer, pero a una edad mucho más avanzada que los hombres no adventistas. Lo mismo puede decirse de las mujeres adventistas. Puesto que no hay una razón a priori para creer que los adventistas de California son genéticamente diferentes de los no adventistas, la hipótesis es que una o más de las características del estilo de vida o de las influencias ambientales pueden ser responsables del retraso en la muerte por cáncer.

Puesto que se ha demostrado que el hábito de fumar es un factor principal para causar el cáncer, los investigadores del EMA compararon los índices de mortalidad de los no fumadores de ambas poblaciones. Como podría esperarse, los índices de mortalidad de estos no adventistas se aproximaban más a los de los adventistas. Sin embargo, en términos generales persistía una ventaja para los adventistas, la que ahora no podía atribuirse a las diferencias en el uso de tabaco en el pasado. De esta manera, otras características de los adventistas, aparte de su condición de no fumadores, tales como la dieta y quizás el apoyo social, son también claramente importantes en la reducción del riesgo de enfermedad.

Los adventistas también parecían tener un retraso en muertes por problemas cardiovasculares. Si el índice de muerte por enfermedades cardíacas coronarias en el estudio de la Sociedad Americana de Cáncer es considerado como el 100 por ciento, los hombres adventistas tenían sólo 66 por ciento de lo que se esperaba. Las mujeres adventistas mostraban solamente una pequeña reducción, con 98 por ciento. Los hombres adventistas también morían de apoplejía (embolia cerebral) pero su índice de muerte era de sólo 72 por ciento en comparación de sus contrapartes no adventistas. Para las mujeres adventistas, su índice de muerte por embolia era 82 por ciento de lo que ocurría entre las no adventistas.

De este modo, de acuerdo con estos estudios, se evidencia con claridad que el estilo de vida adventista provee cierta protección contra el cáncer y otras enfermedades fatales. Pero las diferencias en los índices de mortalidad entre los adventistas y los otros pueden deberse por lo menos a dos escenarios: (1) Los adventistas pueden contraer una enfermedad particular en la misma proporción que los otros, pero alcanzan a sobrevivir más tiempo con la enfermedad a causa de un mejor acceso a atención médica o a un sistema inmune mejorado o a un mejor estilo de vida; y/o (2) los adventistas en realidad contraen la enfermedad en un porcentaje de incidencia más bajo que los no adventistas. Podría ser que estas dos posibilidades contribuyeran a los índices de mortalidad inferiores observados entre los adventistas. Pero los estudios de mortalidad como el EMA no pudieron resolver este asunto. El Estudio de Mortalidad Adventista suscitó una serie de preguntas interesantes. ¿Qué hay en su estilo de vida que capacita a los adventistas para vivir más? ¿Las diferencias en el estilo de vida adventista producirían en sí mismas diferentes riesgos para contraer enfermedades específicas, tanto fatales como no fatales?

El Estudio de Salud Adventista (ESA)

El ESA es otro estudio importante de adventistas de California, fundado por el Instituto Nacional de Cáncer y el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre. Comenzó en 1974 y fue conducido por investigadores de la Universidad de Loma Linda. El estudio incorporó la incidencia (esto es, nuevos casos) de cáncer y enfermedades del corazón en la investigación siempre extensible sobre las características del estilo de vida adventista que capacitaba a los adventistas para tener una "ventaja de salud". Similarmente al estudio de EMA, se obtuvieron certificados de defunción para documentar la causa subyacente de muerte de los miembros que murieron durante el estudio. Se usaron registros de los hospitales para todos los casos no fatales. El índice de respuesta de los sujetos blancos no hispanos al cuestionario sobre estilo de vida enviado por correo fue el más alto de cualquier grupo étnico y totalizó 34.198 respuestas. Este grupo se convirtió en la porción de "estudio de incidencia" del ESA2 en esos nuevos casos (incidencia) de cáncer fatal o no fatal y de infarto del miocardio diagnosticados después que se verificó que se había completado la parte básica del cuestionario sobre el estilo de vida.

El ESA y el EMA tenían algunas diferencias básicas. Una de ellas consistía en que el ESA fue diseñado para descubrir qué componentes del estilo de vida adventista ofrecen protección contra la enfermedad. No ha sido un objetivo principal del ESA comparar los índices de incidencia de enfermedad o de mortalidad entre adventistas y no adventistas, sino que el ESA fue primariamente diseñado para observar variaciones en el estilo de vida entre los mismos adventistas y ver cómo esas variaciones se reflejaron en cambios en el riesgo de enfermedad.

El ESA también añadió una investigación más detallada de la dieta en comparación con el cuestionario de la Sociedad Americana del Cáncer de 1960 usado por el EMA. Más aún, el cuestionario del ESA incluía preguntas sobre la historia médica previa, terapia de drogas, actividad física y una variedad de preguntas psicosociales. Cuando se completó el acopio de la información de seguimiento, fueron auto-informadas 32.000 hospitalizaciones (debidas a diversas causas), representando a más de 18.000 diferentes participantes. De los hospitales involucrados, 698 eran de California y 960 eran de fuera de dicho estado. Estos hospitales fueron contactados en un seguimiento de seis años de todos aquellos que completaron la información básica del cuestionario sobre el estilo de vida.

Un perfil básico de la población del ESA mostró una edad promedio de 51 años para los hombres y 53 para las mujeres. La proporción de sujetos que habían sido diagnosticados por un médico como hipertensos era cercana a lo que podía esperarse de una población adulta. Aunque un modesto número de sujetos admitieron haber fumado en el pasado —generalmente antes de unirse a la Iglesia Adventista—, virtualmente en la actualidad no había fumadores en la población. Una proporción relativamente grande informó que hacía ejercicio con una frecuencia por lo menos moderada. La población del estudio, formada de un 60 por ciento de mujeres, tendía a tener buena educación. Un poco más de la mitad de los participantes del ESA dijeron que comían carne menos de una vez por semana, pero la mayoría de ellos eran lacto-ovovegetarianos.

Influencia del estilo de vida

¿Qué revelaron estos estudios en cuanto a la influencia del estilo de vida sobre la reducción de incidencias de enfermedad y sobre la mortalidad?

Cáncer del pulmón. El factor de riesgo mayor para el cáncer del pulmón es por lejos la exposición crónica al humo del tabaco, tanto por fumar activamente como en forma pasiva ("fumar de segunda mano"). Se ha comprobado que el trabajar o vivir con un fumador aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer en el tracto respiratorio. El ESA demostró3 que los individuos podían ulteriormente reducir sus posibilidades de desarrollar cáncer del pulmón no sólo al minimizar su exposición al humo del tabaco, sino también incorporando en su dieta una variedad de frutas, muchas de las cuales contienen componentes (por ejemplo, vitaminas antioxidantes) que se cree que habilitan al cuerpo para rechazar el cáncer. Los adventistas que consumían fruta dos veces por día o más tenían sólo 25 por ciento de probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón en comparación con los individuos que consumían fruta menos de tres veces por semana, hecho que se observó en adventistas que previamente habían dejado de fumar como también en adventistas que nunca habían fumado. 10

Cáncer de la próstata. De acuerdo con un cálculo,4 29 por ciento de todos los nuevos cánceres que fueron diagnosticados entre los varones de los Estados Unidos en 1998 tuvieron que ver con la glándula de la próstata, y la incidencia de esta enfermedad ha estado aumentando durante las últimas décadas. Se han observado fuertes relaciones protectoras5 en los hombres adventistas que consumían cantidades moderadas de legumbres (tales como frijoles o porotos, lentejas, arvejas), fruta cítrica fresca, fruta seca (por ejemplo, pasas de uva y dátiles) y tomates.
Cáncer del seno. A mediados de la década de 1980, el cáncer del pulmón sobrepasó al cáncer del seno como el cáncer más comúnmente diagnosticado en las mujeres de los Estados Unidos.6 Sin embargo, en poblaciones de no fumadores, como es el caso de los adventistas, el cáncer del seno todavía es el cáncer recién diagnosticado que está a la cabeza. Los factores de riesgo conocidos para el cáncer del seno incluyen: creciente exposición a hormonas de estrógeno y/o progesterona, monarquía temprana, menopausia tardía y obesidad en mujeres que están en el período postmenopáusico. Los factores que pueden proteger contra el desarrollo del cáncer del seno incluyen: exposición reducida a las hormonas de estrógeno y/o progesterona, embarazo temprano de primer término, lactancia y actividad física. En el ESA, las mujeres que practicaron ejercicio vigorosamente tuvieron una reducción del 21 por ciento en el riesgo de por vida de cáncer del seno y un retraso de 6,6 años, como promedio, de la edad en la cual se diagnostica este cáncer en comparación de las mujeres que practican ejercicio infrecuentemente.7 La inactividad física tuvo su efecto más importante sobre la edad de diagnosis más bien que sobre el riesgo de por vida. El efecto protector de la actividad física sobre el riesgo de cáncer del seno puede ser particularmente pronunciado en edades tempranas, en tanto que los beneficios del ejercicio no se vieron claramente en mujeres postmenopáusicas.

Cáncer de la vejiga. El hábito de fumar es un gran factor de riesgo para contraer cáncer de la vejiga. Los adventistas que habían fumado antes de unirse a la iglesia tenían un riesgo más de dos veces mayor de sufrir cáncer de la vejiga que aquellos que nunca habían fumado. Las investigaciones mostraron que las personas que tienen un alto índice de consumo de productos animales tienen un riesgo mayor de contraer cáncer de la vejiga. Aproximadamente 50 por ciento de los participantes en el ESA eran lacto-ovovegetarianos. Los adventistas que evitaban la carne vacuna, de aves y de pescado tuvieron menos de la mitad de riesgo de contraer cáncer de la vejiga, en comparación con aquellos que consumían estos alimentos tres veces por semana o más.8

Cáncer del páncreas. El ESA observó que un mayor consumo de legumbres, frutas secas y productos con proteínas vegetarianas (tales como la soja, el gluten y productos basados en nueces) se asociaba con una relación protectora altamente significativa respecto al riesgo de tener cáncer del páncreas.9
Otros cánceres. El ESA ha investigado otros cánceres (cáncer del colon,10 tumores del cerebro y meninges craneales,11 y leucemia y mieloma12) y ha observado que los que siguen el "estilo de vida adventista" con más fidelidad son los que también tienen una posibilidad más reducida de adquirir cualquiera de las enfermedades crónicas investigadas.

Enfermedad del corazón. El ESA no sólo investigó la relación entre una variedad de prácticas del estilo de vida y la incidencia de cánceres y cánceres fatales, sino que también estudió los factores que se relacionan con las enfermedades del corazón. Un hallazgo fascinante del ESA que ha sido repetido por investigadores en otras poblaciones fue que el consumo frecuente de frutas oleaginosas (nueces, almendras, avellanas, etc.) cinco veces por semana o más (aproximadamente un puñado cada vez), se asociaba con una cantidad sustancial de menos eventos definidamente fatales de enfermedades coronarias del corazón y definidos infartos del miocardio no fatales (ataques del corazón), en comparación con aquellos que consumían oleaginosas menos de una vez por semana.13 Pero puesto que las oleaginosas son generalmente muy altas en grasa, el consumirlas en grandes cantidades puede no ser tan beneficioso.

Los adventistas que comían principalmente pan integral experimentaron una reducción del 40 por ciento en el riesgo de tener un ataque al corazón, en comparación con los que comían mayormente pan blanco. También hubo un riesgo más del doble mayor de sufrir un ataque al corazón entre los hombres que consumían carne de res (de vaca) por lo menos tres veces por semana, en comparación con los vegetarianos. Los adventistas que practicaban ejercicio regularmente 15 minutos o más por lo menos tres veces por semana, redujeron significativamente el riesgo de morir de un ataque al corazón.

Pirámide nutricional vegetariana

Basadas en la evidencia epidemiológica internacional de las últimas décadas, que incluye los resultados de estudios sobre los adventistas, diversas organizaciones del mundo entero relacionadas con la salud han abogado por un estilo de vida dietético que busca reducir el riesgo de cáncer, enfermedades del corazón y otras enfermedades crónicas. La pirámide de la guía nutricional (ver figura adjunta) ilustra la contribución relativa de estos diferentes elementos alimenticios. En la base de la pirámide se encuentran los panes integrales y los cereales. Luego están las frutas y los vegetales. Muchas personas no comen suficientemente de estos alimentos que tienen muchos elementos protectores como las vitaminas. El siguiente nivel de la pirámide nos da los alimentos que proveen proteínas y minerales. Necesitamos menos porciones de estos alimentos. Finalmente, en la cúspide de la pirámide están los dulces, las grasas y los aceites, de los cuales necesitamos muy poco.

Si estas recomendaciones son en realidad útiles para reducir las enfermedades crónicas, entonces parece lógico que debiéramos observar una reducción de estas enfermedades en una población que ha estado siguiendo estos principios por más de 100 años. Y esto es exactamente lo que encontramos en los estudios que se han hecho de los adventistas.

Es tu turno

Hace más de cien años Elena White, cofundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, hizo la siguiente observación: "La salud es un tesoro. De todas las posesiones temporales es la más preciosa. La riqueza, el saber y el honor se adquieren a un precio elevado, cuando se obtienen a costa de la pérdida del vigor de la salud. Pero ninguna de estas cosas puede asegurar la felicidad, si la salud llega a faltar".14 La prevención de la enfermedad tiene mucho más sentido que su tratamiento. No permitas que tu Biblia se cubra de polvo. Lee el "manual del dueño" que está en tus manos y descubre lo que el Diseñador Maestro ha planeado para ti.


Fuente: Diálogo Adventista
Autor: Larry Beeson (doctorado en Salud Pública, Loma Linda University) enseña epidemiología y bioestadística en la Escuela de Salud Pública y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda. Ha formado parte del equipo de investigación del Estudio de Salud Adventista desde su comienzo.

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