viernes, 17 de junio de 2011

Cómo manejar el estrés según la Biblia. Por Julián Melgosa

El estrés, también conocido como la reacción de “ataque o huida”, es la reacción del organismo ante demandas intensas o alarmas. Pero las alarmas no siempre llegan en la forma de amenazas físicas. A veces llegan como estímulos psicológicos, el recuerdo de eventos desagradables, sensaciones intensas de impotencia, sentido de culpa o los gritos de un bebé. Para la mayoría, el estrés está conectado con condiciones hostiles del trabajo, una conciencia culpable, problemas en las relaciones, finanzas limitadas y otras situaciones parecidas.

Cuando las personas perciben una situación alarmante, se activan una serie de mecanismos fisiológicos (neurales y hormonales) en el cuerpo. Los cambios más notorios incluyen la producción adicional de glucosa, aceleración de la frecuencia de la respiración y los latidos del corazón, tensión muscular, resequedad en la boca, entorpecimiento del proceso digestivo y la constricción de los vasos sanguíneos. Todos estos cambios en los procesos corporales aumentan la energía disponible para atacar el estímulo estresante o huir de él. Nuestro sistema de respuesta al estrés fue diseñado por nuestro Creador para ayudar a sus criaturas a sobrevivir ante el peligro.

El estrés moderado es bueno, porque la energía que produce nos permite terminar a tiempo los proyectos, correr para alcanzar el autobús o enfrentar la limpieza de la casa. Pero cuando la alarma se torna constante, pronto deja de producir resultados positivos, y puede causar enfermedades como la úlcera gástrica, el colon irritable, la hipertensión arterial, laarterosclerosis, el angina de pecho o el infarto de miocardio. Incluso puede afectar nuestro sistema inmunológico.

El poder de la oración

Quienes han experimentado una relación de fe con Jesús saben que la oración y la comunión con él ayudan a manejar el estrés de la vida con bastante éxito. De hecho, la oración parece mejorar nuestras defensas corporales. Un análisis de más de cincuenta investigaciones llevó a las siguientes conclusiones:

1. La meditación religiosa y la oración causan una actividad bidireccional entre el cerebro y el sistema circulatorio que baja la presión arterial y disminuye los latidos del corazón y el ritmo de la respiración. Estos cambios son incompatibles con el estrés, la ansiedad y el pánico.

2. La oración y la meditación producen un aumento en la actividad del hemisferio izquierdo del corazón. Este tipo de actividad está asociado con la respuesta inmunológica sana, como es la producción de anticuerpos que nos protegen contra las infecciones.

3. La oración y las prácticas religiosas también afectan el sistema nervioso central. Estimulan el lóbulo frontal del cerebro, lo que regula la actividad del sistema nervioso autónomo, el sistema límbico, el hipotálamo y la amígdala cerebral, y a su vez reduce el estrés.

4. La oración y las prácticas religiosas aumentan el nivel de los neurotransmisores melatonina y serotonina, que son sustancias secretadas por el cuerpo para inducir el relajamiento e inhibir el enojo y la agresión.

5. La afirmación pública de los valores y creencias de un individuo (algo que sucede cada semana en las iglesias) reduce el nivel de cortisol, que es la hormona del estrés. 1

Las estrategias anti estrés de Jesús

Jesús, por medio de sus palabras y ejemplo, nos ofrece consejos prácticos sobre cómo manejar nuestro estrés diario. El primer recurso notable que le permitía enfrentar las enormes presiones que experimentaba al sanar, predicar, alimentar a las multitudes y por ser objeto de persecución de parte de varios grupos, era su cercanía con su Padre. Jesús fortalecía su relación con su Padre por medio de la oración y la meditación. Por ejemplo, Marcos nos dice que “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (S. Marcos 1:35). A veces Jesús invitaba a sus discípulos a unírsele. Más de una vez les dijo: “Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco” (S. Marcos 6:31). Orar en la quietud de la mañana o la noche, puede que sea la única oportunidad que tengamos para ser impresionados por la voz de Dios y recibir la energía y la sabiduría para enfrentar los desafíos que la vida nos trae.

Jesús también encontró alivio en la comunión con las personas. A veces lo encontramos descansando en la casa de Lázaro, Marta y María. Y se aseguraba de que sus discípulos tuvieran alguna recreación. Él sabía que un periodo de descanso y recreación, apartados de la multitud, les daría nuevo vigor. Al pedirles periódicamente que se retiraran a descansar, les estaba enseñando cómo equilibrar el trabajo con el reposo.

También podemos reducir el estrés por medio del trabajo; y no cualquier trabajo, sino el trabajo que produce alivio a los demás. La vida de Jesús fue fundamentalmente desinteresada. Constantemente empleaba sus energías para servir a los demás. En un sermón, Pedro resumió la vida de Jesús con las palabras: “Éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

Las personas que se ocupan en trabajos voluntarios, proyectos comunitarios y de asistencia a los demás, sienten mayores niveles de bienestar y satisfacción que los que no lo hacen. Allan Luks y Peggy Payne estudiaron a 3.296 voluntarios en el programa de Big Brothers/Big Sisters en la ciudad de Nueva York y 95 por ciento reportó sensaciones generales de bienestar y un aumento en su estima propia. También declararon que tienden a percibir sus experiencias negativas como asuntos de menor importancia. 2

Si usted está sufriendo de mucho estrés, quizá le convenga poner a un lado los papeles, herramientas, preocupaciones, sea lo que fuere, y reflexionar sobre cómo Jesús manejaba el exceso de trabajo. Y recuerde su promesa: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (S. Mateo 11:28, 29).

Ir a Jesús sigue siendo un extraordinario antídoto contra el estrés. ¿Por qué no lo comprueba hoy mismo?





Fuente: El Centinela
Autor: Julián Melgosa. Decano de la Escuela de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla, Washington. Tiene un doctorado en Psicología de la Educación y es autor de varios libros sobre la salud mental y espiritual.
Referencias: 1. Ver las páginas 25 al 33 del libro del mismo autor: Mental and Emotional Health [Salud mental y emocional], (Boise, Idaho: Pacific Press, 2010). 2. The Healing Power of Doing Good: The Health and Spiritual Benefits of Helping Others [El poder sanador del buen hacer: Los beneficios físicos y espirituales de ayudar a los demás], (New York: Ballantine, 1992).



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lunes, 30 de mayo de 2011

Tofu, la proteína china de moda entre los vegetarianos

En China los desayunos nunca se acompañan de leche o queso. En el país asiático las familias acostumbran a reemplazarlos por productos hechos a base de semilla de soja
El producto estrella es el tofu. Esta palabra fue utilizada por primera vez en 1182 en Japón, donde también se le conoce como "shiro" o "kabe". Sin embargo, sus orígenes se remontan a la antigua China, durante el siglo II a.c., y su creación fue probablemente accidental.

Desde entonces, los chinos consideran a la soja como uno de sus cinco granos esenciales y sagrados, junto al arroz, el trigo, la cebada y el mijo.

El tofu, que etimológicamente significa "cuajada de soja", es un producto fresco similar al queso pero que se obtiene después de cuajar la leche de soja.

Sin embargo, en un sentido más amplio, el tofu se refiere a una familia entera de alimentos que se derivan de éste como el tofu frito, el tofu prensado, el queso de soja a la plancha o ahumado, el tofu congelado y otros más de 40 productos que en China y en toda Asia tienen mucha más importancia que la carne o la leche.

Durante más de dos mil años, los chinos han comido tofu como un alimento diario. La cultura del queso de soja se basa en la nutrición, ya que está compuesto de proteínas y nada de colesterol, y en la apariencia captada por los sentidos y su permeabilidad para absorber sabores de otros alimentos, ya que es incoloro, inodoro e insípido.

Además, cada uno de los platos hechos con tofu tiene una interesante historia. El "Mapo tofu", por ejemplo, el plato más famoso de la provincia suroccidental de Sichuan, fue inventado de manera accidental durante la dinastía Qing (1644-1911) cuando a una mujer llamada Wen Qiaoqiao se le ocurrió guisar carne picada y queso de soja junto con una abundante ración de chile picante.

BUEN PRECIO

El plato gustó a todos sus vecinos y resultó ser un buen negocio no solo por su agradable sabor, sino también por lo asequible de su precio, características que lo mantienen como uno de los platos más famosos de China.

Pero además del "Mapo tofu", la cocina China tiene entre sus platos hechos con este alimento al popular "Chou doufu" o tofu maloliente, cuyas raíces también se remontan a la dinastía Qing, cuando Wang Zhihe, un joven de la provincia de Anhui, al este del país, probó el queso de soja que olvidó durante meses en un frasco y descubrió que tenía buen sabor.

El joven Wang, que había llegado a Pekín para pasar los exámenes imperiales de mandarín de la corte, tras probar el contenido del frasco, decidió poner una tienda de tofu y olvidarse de su carrera oficial.

El queso, que preservó con sal y ceniza espinosa china (unión de las cenizas cinco especias aromáticas) tras haber sido guardado por meses, tenía un color verde oscuro y una vez abierto el frasco olía muy mal, pero como era agradable al paladar, pronto se hizo famoso y llegó a formar parte del menú imperial de los Qing y, con los años, se popularizó.

En 1949, el gobierno municipal de Pekín reunió a los productores locales de tofu y fundó la fábrica de queso de soja maloliente "Wang Zhihe", actualmente la marca más conocida de tofu maloliente, uno de los olores característicos en las calles de China, ya que en muchos puestos callejeros se cocina a la barbacoa y se sirve en forma de pinchos.

Entre esta variedad de tofu fermentado se incluyen el fermentado de rosas o el picante, variedades que pueden verse en el museo de la compañía "Wang Zhihe", abierto el pasado año.

PARTE DE LA LEYENDA

El tofu, ingrediente por excelencia en la cadena alimenticia china, es además uno de los productos por excelencia durante el año nuevo lunar como parte de la leyenda china, que dice que en el primer día del calendario lunar (a finales de enero o principios de febrero) y a través de la preparación de varios platos hechos con tofu, el emperador del cielo reporta al Dios de la Cocina el comportamiento anual de todas las familias.

Según la leyenda, durante la víspera de año nuevo, el Emperador del Cielo desciende sobre el mundo terrenal y visita todos los hogares. Las familias, por su parte, le dan la bienvenida haciendo diversos platos de tofu, palabra que además en mandarín es homófona de "suerte inicial" o "buen augurio".

Como alimento, el tofú es además una excelente fuente de proteínas vegetales: media taza de queso de soja crudo contiene 94 calorías, mientras que 100 gramos de ternera tienen 331 calorías, media taza de leche 60 y cien gramos de queso 320.

A pesar de sus cualidades alimenticias, este alimento no fue conocido en el mundo occidental hasta 1603, con la edición de un primer diccionario de lenguas asiáticas editado en Europa, y fue el misionero dominico español destinado en China Domingo Fernández de Navarrete quien primera vez lo mencionó en la lengua de Cervantes en su obra "Colección de Viajes", publicada en 1665.

Su producción fuera de las fronteras asiáticas tardó dos siglos más en producirse, en concreto en Francia y en 1880, aunque sin objetivos comerciales.

Actualmente, China continúa produciendo semilla de soja, pero ya que su producción no logra abastecer su enorme demanda, países como Argentina, primer exportador mundial de este bien, con un 55 por ciento del mercado global, y Brasil, exportan soja y aceite de soja al gigante asiático.

DESTACADOS:

El tofu, que etimológicamente significa "cuajada de soja", es un producto fresco similar al queso pero que se obtiene después de cuajar la leche de soja.

• El tofu es además uno de los productos por excelencia durante el año nuevo lunar.
Según la leyenda, durante la víspera de año nuevo, el Emperador del Cielo desciende sobre el mundo terrenal y visita todos los hogares. Las familias, por su parte, le dan la bienvenida haciendo diversos platos de tofu, palabra que además en mandarín es homófona de "suerte inicial" o "buen augurio".

• Argentina se ha convertido en el primer exportador mundial de este bien, con un 55 por ciento del mercado global, y Brasil, exportan soja y aceite de soja al gigante asiático.




Fuente: Vanguardia.es
Autor: María Esther Chía / EFE
Fotografía: Tofu and Soba Noodles with Lemon Ginger Dressing / SteamyKitchen.com



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viernes, 20 de mayo de 2011

Infoxicación: atentos a todo... y a nada. Por Sergio Fanjul

'E-mails', redes sociales, el móvil... Recibimos una sobredosis de información que no es fácil procesar. La 'infoxicación' empeora la capacidad analítica, aumenta la ansiedad y conduce a decisiones erróneas
Recuerden cuando el mundo era (un poco) más tranquilo. Solo había un par de canales de televisión. Las cartas postales cuidadosamente manuscritas tardaban días o semanas en ir de una mano a otra. Los periódicos contaban lo que había pasado ayer. Y a los amigos los veíamos de tarde en tarde alrededor de la mesa de algún bar. Ahora, en cambio, vivimos en mitad de una avalancha. El acelerón de la tecnología ha provocado que la información nos bombardeé a discreción, sin piedad y en todas direcciones, y que el contacto con el prójimo se haga constante e instantáneo gracias al teléfono móvil, el e-mail y las redes sociales. Si antes mirábamos el mundo a través de la ventana, ahora miles de ventanas que se abren simultáneas y meten el mundo en nuestro ordenador. Esta nueva forma de existencia, hiperconectada e instantánea, tiene sus ventajas, claro está, pero también sus desventajas. El estrés, la ansiedad informativa, la confusión, la superficialidad o la falta de atención son algunos de ellos. "Infoxicación" lo llama el físico Alfons Cornellá, fundador de la consultora sobre nuevas tendencias Infonomía, "un neologismo que mezcla la información y la intoxicación. Se produce cuando la información recibida es mucho mayor que la que somos capaces de procesar, con consecuencias negativas".

"En el momento en que aun no has acabado de digerir algo, ya te está llegando otra cosa", dice Cornellá, "la entrada constante de información, en un mundo always on (siempre encendido), te lleva a no tratar ninguna información en profundidad. Cuando la información es demasiada todo es lectura interruptus. El fenómeno se desboca cuando todos pasamos a ser productores de información, y cuando los instrumentos para producirla son mejores que los instrumentos para organizarla y buscarla. Todos sabemos usar un procesador de texto, pero pocos saben buscar información de calidad con criterio". En efecto, hoy día la actividad es frenética: "Se calcula que entre el nacimiento de la escritura y el año 2003 se crearon cinco exaby­tes (billones de megabytes de información). Pues bien, esa cantidad de información se crea ahora cada dos días", informa el especialista en redes David de Ugarte. "La posibilidad de emitir información codificada se ha ido democratizando: primero como escritura, luego como imagen, etcétera. Piensa cuánta gente podía escribir un texto a principios del siglo XIX, o cuanta hacer una foto a principios del XX... Y compáralo con hoy".

Una información que, además, salta de un lugar a otro como pulgas en una sábana: en España se envían 563 millones de correos al día, según la consultora Contactlab, y cada español recibe, de media, unos 23 correos diarios que debe gestionar (en algunos casos llegan a cientos), y que ahora, además de en el ordenador, también recibimos en nuestros smart­phones (teléfonos inteligentes). Y eso sin contar lo que se cuela a través de redes sociales como Facebook y Twitter. Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), el 37% de los españoles se conecta entre 10 y 30 horas semanales. El 9% lo hace más de sesenta horas. Cada vez pasamos más tiempo en este mundo de los unos y ceros y menos en el de la carne y los huesos: "Las horas dedicadas diariamente al uso de aparatos electrónicos prácticamente se ha duplicado desde 1987, mientas que la interacción cara a cara caía desde unas seis horas a poco más de dos", según explica José Antonio Redondo en su libro sobre redes sociales Socialnets (Península).

Y todo esto cansa a la mente. El psicólogo David Lewis creó el concepto de Síndrome de Fatiga Informativa (information fatigue syndrome), en su informe Dying for information? (¿Muriendo por la información?) elaborado para la agencia Reuters. Se da en personas que tienen que lidiar con toneladas de información procedente de libros, periódicos, faxes, correos electrónicos, etcétera, y que, según Lewis, provoca la parálisis de la capacidad analítica, ansiedad y dudas, y conduce a malas decisiones y conclusiones erróneas. Dos tercios de los 1.300 profesionales entrevistados por Reuters achacaron al estrés producido por manejar altos flujos de información daños en sus relaciones personales, baja satisfacción laboral y tensión con sus colegas. "El exceso es más perjudicial que provechoso", opina Jorge Franganillo, profesor de Información y Documentación de la Universidad de Barcelona.

"Durante siglos hemos asociado más información a más libertad. Sin embargo, hoy día, no por tener más donde elegir tenemos más libertad ni estamos más satisfechos. La información es imprescindible en la vida moderna, pero en exceso es asfixiante y resulta difícil de procesar. Al final, más es menos". Nos puede incluso hacer menos productivos, como observó el psicólogo británico Amir Khaki, de AK Consulting, estudiando el comportamiento de un grupo de ejecutivos: la consulta continua de la BlackBerry aumenta el estrés y reduce la productividad. Uno de los sujetos del estudio tardaba el triple de tiempo en rellenar impresos comunes por la constante distracción de su teléfono inteligente. "La presión que provoca la sobrecarga informativa retrasa decisiones importantes o hace que se tomen medidas sin la suficiente reflexión. Y causa también una fricción informativa que dispersa la atención y aumenta la fatiga. La energía física e intelectual que consumimos para obtener la información correcta se desperdicia si no hacemos algo útil con ella", dice Franganillo. Y, por mucho tiempo que invirtamos, siempre tenemos la impresión de que se nos está escapando algo. "Esta sobreabundancia hace que pocos elementos de entre todo ese mar resalten y queden fijados a nuestra memoria, que hoy se encuentra medio perdida al no poder atar datos con situaciones y lugares concretos.Muchas cosas pasan desapercibidas, miradas sin ser vista", dice Roberto Balaguer, psicólogo especialista en Internet.

Superficialidad

La superficialidad es otra de las posibles consecuencias del maremagno actual, como señala el autor Nicholas Carr en su libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus), de reciente aparición. Carr, licenciado en Literatura, advirtió que su capacidad de concentración en la lectura de textos largos era cada vez menor. La causa: su actividad multitarea, atento a la vez a la web, el Twitter, el teléfono, el Skype, el Facebook... "Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa", declaró en una entrevista a Bárbara Celis en EL PAÍS. "La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Por supuesto, Carr cerró sus perfiles en las redes sociales.

No todos son tan pesimistas. "Mi hijo juega mucho al Call of Duty (un frenético videojuego bélico). Puedo pensar que está perdiendo el tiempo, o incluso que está enganchado, o pensar que se está preparando para un nuevo mundo donde los estímulos serán mayores, y la información más cambiante. El mundo que viene probablemente sea más parecido a Call of Duty que a Guerra y paz", opina Xabier Carbonell, profesor de Psicología en la Universidad Ramón Llull. "No creo que sea un problema, sino cuestión de aprendizaje. Fíjate, mi madre me decía '¿cómo puedes estudiar con la radio puesta?'. Y compáralo con todo lo que hay ahora... La tecnología está produciendo un cambio cognitivo importante". Cada vez somos más multitarea y esto es irreversible. "Son las habilidades que, por otro lado, cada vez valora más el mercado laboral: empleados que tengan esa habilidad de gestionar en contextos de saturación de información", coincide Fernando Garrido, del Observatorio para la Cibersociedad. ¿Cómo gestionar esta cantidad ingente de información? La respuesta es obvia: tomándonoslo con calma. Desconectándonos un rato: apagar el ordenador, la televisión, silenciar el teléfono.

Ahondar en el trato humano y pausado. Adoptar un hobby alejado de los gadgets tecnológicos. Salir a la calle. "Algunos médicos han indicado las siestas como una manera de contrarrestar la neblina digital de la sobreinformación", sugiere Balaguer. "No dedicarse a leer y contestar el correo en cualquier momento, sino solo a determinadas horas de la jornada laboral, de manera que sea una parte de tu agenda y no te interrumpa constantemente", recomienda Redondo. Y eligiendo solo lo provechoso. "La avalancha de información que se puede gestionar mejor si establecemos prioridades. Hemos de tener claro qué temas nos interesan, centrar la atención en pocas áreas y procurar que sean lo bastante concretas. No se puede pretender estar al día de muchos temas o de temas demasiado amplios: ya en 1550 el teólogo Juan Calvino se quejaba de que había tantos libros que ni siquiera tenía tiempo de leer los títulos", dice Franganillo. Como apunta Cornellá: "Hay que escoger muy bien las fuentes de información. Dedicar parte del mejor tiempo del día a la información de calidad. Cuanta más de esta manejas, más capaz eres de discriminar que lo que tienes delante es pura basura. La buena información, la relevante, desinfoxica".




Fuente: ElPais.com
Autor: Sergio Fanjul


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viernes, 15 de abril de 2011

La nuez, el alimento más nutritivo y saludable

Estudios han demostrado que los frutos secos, en particular los de cáscara dura, son alimentos muy nutritivos y buenos para la salud, en particular para el bienestar del corazón.Ahora, una nueva investigación centrada en los frutos de cáscara dura encontró que, entre ellos, la nuez es un producto natural "casi perfecto" por su alto nivel de antioxidantes y proteínas.

Además de sus beneficios nutricionales, estos productos contienen altos niveles de polifenoles, compuestos químicos antioxidantes que ayudan al organismo a contrarrestar los efectos de las moléculas que causan oxidación y dañan a las células.

Estudios pasados sugieren que el consumo regular de estos frutos secos puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, determinados tipos de cáncer y diabetes tipo 2.

• Más y mejores antioxidantes

Según los científicos de la Universidad de Scranton, Pensilvania (EE.UU.), entre todos los frutos secos de cáscara dura las nueces contienen una combinación de antioxidantes mayor en número y calidad que cualquiera de ellos.

El estudio (Walnuts are top nut for heart-healthy antioxidants) -que fue presentado durante la Reunión Anual de la Sociedad Química Estadounidense- analizó los niveles de nutrientes en nueve tipos de frutos de cáscara dura: las nueces, pistachos, almendras, cacahuates (maníes), nuez de Brasil, piñones, anacardo (castaña de cajú o nuez de la India en distintos países), macadamias y pacanas.

Todos estos productos son ricos en nutrientes como vitamina E, minerales, y ácidos grasos monoinsaturados y ploiinsaturados.

Los científicos encontraron que la nuez contenía más antioxidantes polifenoles que cualquier otro fruto.

"Hallamos que está por encima de los manís, las almendras, las pacanas, los pistachos y otras nueces", afirma el doctor Joe Vinson, quien dirigió el estudio.

"Un puñado de nueces contiene casi dos veces más antioxidantes que una cantidad equivalente de otro fruto seco de cáscara dura que se consume comúnmente".

"Pero lamentablemente la gente no come suficientes nueces. Y este estudio muestra que se debe ingerir más de este producto como parte de una dieta sana", añade el investigador.

• Grasas "buenas"

El doctor Vinson encontró que las nueces no sólo contienen más antioxidantes que otros frutos secos, sino que además los antioxidantes que contiene son mucho más poderosos y potentes.

Por ejemplo, los polifenoles antioxidantes de la nuez son entre cuatro y 15 veces más potentes que la vitamina E, que -se sabe- es muy beneficiosa por sus poderosos efectos antioxidantes.

Otra ventaja para elegir a la nuez como una fuente de antioxidante, dice el doctor Vinson, es que no suele comerse tostada como otros frutos secos.

"El calor que se desprende al tostar el fruto por lo general reduce la calidad de sus antioxidantes", afirma.

"La gente come nueces crudas y sin tostar, y así se obtiene toda la efectividad de esos compuestos", agrega.

Una creencia equivocada sobre estos productos, por la cual no se suelen comer grandes cantidades de ellos, es que se piensa que engordan por su alto contenido de calorías y grasas.

Pero tal como señala el doctor Vinson, "las nueces contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, que son 'grasas buenas', y no contienen las dañinas grasas saturadas que pueden causar estrechamiento de las arterias".

Y para completar sus beneficios como alimento "casi perfecto", las nueces son una fuente rica de proteínas de alta cantidad, que según los investigadores pueden sustituir a la carne, además de vitaminas, minerales, fibra y están libres de lácteos y gluten.

Según el doctor Venison, basta con comer unas siete nueces al día para obtener todo el potencial de los beneficios a la salud de estos productos. *


► Las nueces ayudan a reducir el colesterol

El consumo de nueces podría ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre, afirman los científicos.
La investigación de la Universidad de Loma Linda, en California, Estados Unidos, revisó 25 estudios en los que participaron unas 600 personas en siete países.

Los científicos hallaron que quienes consumían una bolsa pequeña de nueces al día redujeron en 7,4% sus niveles de colesterol.

Por eso, creen que las nueces ayudan a prevenir la absorción del colesterol, de modo que estos alimentos deben formar parte de una dieta sana.

El colesterol -o lipoproteínas- es una sustancia que produce el hígado a partir de los alimentos grasosos que comemos.

Aunque es muy importante para el funcionamiento normal del organismo, los niveles excesivamente altos de este elemento en la sangre pueden tener efectos graves en la salud.

• Riesgo para el corazón

La evidencia científica demuestra que los altos niveles de colesterol pueden causar estrechamiento de las arterias y aumentar el riesgo de un infarto o derrame cerebral.

También se ha demostrado en el pasado que el consumo regular de nueces o frutos secos tiene beneficios para la salud, porque estos productos son ricos en proteínas, ácidos grasos insaturados, fibras, minerales, vitaminas y otros compuestos como antioxidantes y fitoesteroles.

Pero la nueva investigación -publicada en Archives of Internal Medicine (Archivos de Medicina Interna)- intentó establecer cuál es su impacto preciso en el estado cardiovascular.

Las personas involucradas en el estudio consumieron, en promedio, 67 gramos de nueces al día durante un período de entre tres y ocho semanas.

Además de mejorar los niveles de colesterol, las nueces redujeron la cantidad de triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre que también ha sido vinculada a enfermedades coronarias.

Sin embargo, afirman los científicos, el impacto fue menos pronunciado entre los participantes con sobrepeso.

• Esteroles

Los científicos no saben por qué las nueces tienen este efecto, pero creen que podría deberse a los fitoesteroles que contienen, que son compuestos que -se piensa- bloquean la absorción del colesterol en el nivel intestinal.

Tal como afirma el profesor Joan Sabaté, quien dirigió el estudio, "los efectos del consumo de nueces están relacionados con las dosis ingeridas, y los distintos tipos de nueces tienen efectos similares".

Pero el científico agrega que estos efectos se vieron "significativamente modificados por el colesterol LDL (el llamado "colesterol malo") ya presente, el índice de masa corporal y el tipo de dieta".

Es decir -explica el investigador-, el efecto del consumo de nueces en los niveles de colesterol fue mayor entre los individuos con un nivel alto de "colesterol malo", con un índice de masa corporal bajo y entre aquellos que consumían dietas de tipo occidental.

"Las nueces son un alimento integral que ha sido consumido por los humanos a lo largo de la historia", expresa el científico.

"Y puede esperarse que el aumento en el consumo de nueces como parte de una dieta prudente afecte de forma favorable los niveles de lípidos en la sangre y tenga el potencial de reducir el riesgo enfermedad coronaria", agrega.

Otros expertos advierten, sin embargo, que debe tenerse cuidado con el consumo de nueces cubiertas de azúcar o sal. **




* Fuente: BBC Mundo
Infograma: Clarin.com
**Fuente: BBC Mundo



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martes, 22 de marzo de 2011

Nación obesa. Por David Alandete

Afirma un estudio publicado hoy 1 que la obesidad se halla desbocada en Estados Unidos. Ya es obeso un 36,2% de los norteamericanos. En total, 111 millones de habitantes en este país sufren sobrepeso extremo, una cifra superior a la de las poblaciones de España, Francia y Portugal combinadas. Es parte de una contradicción intrínseca de un país en que convive una obsesión por el gimnasio y por el culto al cuerpo con una gran dejadez en materia nutricional. Como en muchos otros asuntos, se trata de una gran brecha demográfica creada por clase social, ingresos y raza.

La obesidad es un mal que se ha ido abriendo camino en Estados Unidos desde los años jóvenes de esta nación. Publicaba en 1899 el diario The New York Times una nota breve titulada “La obesidad mata a una persona: John Johnson de Spring Grove, Minnesota, murió anoche de obesidad. Pesaba el día de su muerte 488 libras [221 kilos]” 2. Aquello fue hace 122 años, pero puede que fuera John Johnson un adelantado a su tiempo: según el Inspector General de Sanidad de EE UU, unas 300.000 personas mueren ahora, cada año, en este país por dolencias asociadas a la obesidad, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer o artritis.

Uno de cada tres adultos en EE UU es obeso, considerando obesos a aquellos que tienen un índice de masa corporal de 95 o más 3. [Ese índice calcula la asociación de peso y talla. En España, donde es distinto debido a la diferencia del sistema métrico, se considera que hay obesidad con un valor superior a 30]. Según el Centro para el Control de Enfermedades 4 del gobierno federal, el 63,4% de estadounidenses pesa más de lo que debería, combinando sobrepeso y obesidad. Hay dos grupos raciales que tienen una mayor incidencia de obesidad que el resto: afroamericanos e hispanos. Durante décadas la obesidad se ha ido convirtiendo en un indicador no sólo racial sino también de clase y estatus. Hasta el punto de que en 2004 el diario ‘USA Today’ se preguntaba en un reportaje: “¿Es que sólo los ricos pueden permitirse ser delgados?” 5.

Las dietas son costosas. Esta es una nación donde una hamburguesa en una cadena de comida rápida cuesta un dólar [71 céntimos de euro] y el kilo de lechuga iceberg en un supermercado vale el triple. Las comidas bajas en valor nutricional y escandalosamente altas en calorías son baratas y ubicuas. Una simple compra semanal de verduras, frutas y productos frescos para una persona, en el supermercado, puede superar cómodamente, en ciudades como Washington o Nueva York, los 100 dólares [71 euros]. Lo dicen muchos de los extranjeros que residen aquí: en EE UU es siempre más barato comer mal y fuera, que bien y en casa.

La obesidad es también un camino hacia la quiebra de América, según diversos estudios. Un reciente informe 6 de la institución de análisis Brookings de Washington analizaba los males económicos asociados a esa dolencia: los obesos cobran menos dinero por el mismo trabajo; trabajan además menos horas y afectan a la productividad de sus empresas; disparan los costes médicos de los seguros que les cubren con sus pólizas; le cuestan más a las aerolíneas por volar al mismo precio, consumen más gasolina y dañan más al medio ambiente. En consecuencia, las empresas han buscado formas de hacer a los obesos pagar por su gordura. El ejemplo más claro es el de las aerolíneas, que han comenzado a cobrar a las personas con sobrepeso extremo dos asientos en lugar de uno.

Tal ha sido la mortificación pública de los obesos que aquí ha nacido un movimiento que se hace llamar del ‘orgullo gordo’ 7. Le ayuda la facción radical del Partido Republicano, el Tea Party, que clama contra cualquier intervencionismo del Estado en la vida privada, aunque sea por motivos de salud. Sarah Palin, de hecho, criticó duramente a Michelle Obama en diciembre por haber iniciado una campaña nacional contra la obesidad infantil 8. “En lugar de decirnos lo que tenemos que hacer en cada momento, que es lo que hace el Gobierno y algunas mujeres de políticos, el Gobierno nos tiene que dejar libres”, dijo Palin en un programa de radio, mientras alimentaba a sus niños con pasteles, chocolates y patatas fritas en su programa de telerrealidad.



Fuente: "The American way of life" / blog de El País, España
Autor: David Alandete, periodista de El País, integrante del bureau en Washington, Estados Unidos.

Referencias: 1. Adult Obesity Prevalence in Canada and the United States / Margot Shields; Margaret D. Carroll, M.S.P.H.; and Cynthia L. Ogden, Ph.D. 2. Obesity Kills a Man / New York Time 3. Debió decir 25, no 95 / Índice de masa corporal 4. CDC / Centers for Disease Control and Prevention. 5. Can only the rich afford to be thin? By Nanci Hellmich, USA Today 6. The economic impact of obesity in the United States / Ross A Hammond Ruth Levine, Economic Studies Program, Brookings Institution, Washington DC, USA. Ver también "Obesidad cuesta anualmente unos 215.000 millones a la economía estadounidense" / OjoAdventista.com 7. Fat Rights8 . Ver " La Iglesia Adventista apoya la iniciativa de Michelle Obama contra la obesidad infantil" / OjoAdventista.com

Fotografía: Robyn Beck / AFP




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domingo, 20 de febrero de 2011

El alcoholismo, una enfermedad "muy democrática"

A diferencia del consumo de otras sustancias adictivas, beber alcohol es un hábito social y culturalmente aceptado en muchos países. Está "bien visto", como se dice comúnmente. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcoholismo causa más de dos millones y medio de muertes cada año.
Y América Latina no es una excepción en este problema de salud pública. En la región, el consumo de alcohol por cabeza supera en un 40% al promedio mundial.

El último informe elaborado por la OMS en 2007 sobre el alcoholismo en el continente americano concluyó que "el valor promedio de consumo per cápita de alcohol en las Américas es de 8,7 litros, lo cual está muy por encima de la media global de 6,2 litros".

Pero además, en la región, el alcoholismo tiene un matiz particular ya que es un problema que afecta cada vez a personas más jóvenes.




Consumidores cada vez más jóvenes

"El alcoholismo es una enfermedad muy democrática en América Latina. Hay un patrón de consumo de alcohol en la región que es diferente de otras partes del mundo. Aquí los jóvenes comienzan a consumir alcohol muy pronto y esto es un problema grave", comentó a BBC Mundo el profesor Arthur Guerra de Andrade, profesor de psiquiatría en la Universidad de Sao Paulo y presidente de la ONG Centro de Informaciones de Salud y Alcohol en la ciudad brasileña.

Pero aunque la media regional de consumo de alcohol es elevada, no todos los países latinoamericanos tienen hábitos equiparables.

"No hay una distribución uniforme. Hay una relación con la economía de los países. Por ejemplo, en Chile, la prevalencia de alcoholismo es más baja. En cambio, los países más pobres, como Bolivia y América Central, tienen más alcoholismo. Sin embargo, en esos casos quizá no existen datos tan precisos porque los estudios epidemiológicos son menores", apuntó Guerra.

En una región tan grande, la realidad del problema del alcoholismo es diversa. Sin embargo, los expertos coinciden en asegurar que los planes de prevención del consumo de bebidas alcohólicas en América Latina son insuficientes.


"Tratamiento integral"

"Las políticas de salud en América Latina son pobres. Se espera que el Estado pueda ofrecer una varita mágica para la situación, pero el problema es social. Los países deberían hacer conductas más pragmáticas en este punto. Tenemos una situación primaria y hay que comenzar por la base", sugirió Guerra.

En este sentido, a menudo, la gravedad del problema y la forma en que es percibido socialmente no coinciden.

El consumo de alcohol tiene un gran arraigo en las sociedades latinoamericanas y beber es con frecuencia un acto social.

Quizá por esta razón, cuando ese acto se convierte en una adicción y deriva en una enfermedad, el alcoholismo puede pasar desapercibido para muchos ciudadanos o ser interpretado como un problema meramente psicológico.

"Muchas persona ven el alcoholismo como un problema de personalidad, no un problema médico, sino como un problema de moral, de fuerza de voluntad. Como si la persona que bebe fuera una persona débil, sin una personalidad fuerte. Pero esto es un error", afirma Guerra.

"El alcoholismo es un problema de salud, la persona que bebe acaba teniendo un cuadro de dependencia, problemas orgánicos, psicológicos, de trabajo y con la familia. Como problema médico, necesita de un abordaje no sólo psicológico, sino también médico, apoyo de trabajadores sociales, psicoterapeutas. Es preciso un tratamiento integral", concluyó.




Fuente: BBC Mundo




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jueves, 10 de febrero de 2011

El desafío de la pandemia de obesidad a nivel mundial

Entre los países más ricos, Estados Unidos lidera la lista mundial de obesidad
Debido a que van en aumento los países que adoptan el modo de vida occidental, más del 10% de la población mundial es obesa, según una serie de estudios que publicó en su último número la revista médica "The Lancet".

Las investigaciones, realizadas con el objetivo de identificar factores de riesgo en las enfermedades coronarias, coinciden en que existe una "pandemia de obesidad" ya que se ha duplicado entre 1980 y 2008.

En 2008, más de 500 millones de personas en todo el mundo eran clínicamente obesas. La incidencia era mayor entre el sexo femenino, ya que había 297 millones (13,8 %) de mujeres obesas y 205 millones (9,8 %) de hombres obesos, frente a unos porcentajes respectivos del 7,9 % y 4,8 % en 1980. Esto significa que tenían un Índice de Masa Corporal (IMC) -la medida resultante de dividir el peso del individuo en kilos por su altura en metros al cuadrado- superior a 30.

La mayor tasa de obesidad se registró en las naciones de las islas del Pacífico, con niveles medios de IMC de entre 34 y 45, un 70 % por encima de algunos países del sudeste asiático y África.

Entre los países ricos, EEUU figuraba en el primer puesto de la lista de obesidad, con un Índice de Masa Corporal medio de 28, tanto para hombres como para mujeres.

Además, "The Lancet" publicó tres estudios que analizan de manera conjunta los niveles globales de obesidad, el colesterol y la presión sanguínea, intercambiando sus respectivos resultados. En contraste con el incremento de la obesidad, la siguiente conclusión destacada fue que la proporción de la población mundial que tiene problemas de hipertensión disminuyó entre 1980 y 2008.

Gracias a sus prestaciones sanitarias, los países ricos fueron los que lograron los mayores avances en el control de la hipertensión y también los que consiguieron que, en este periodo, retrocedieran los niveles medios de colesterol entre la población.

En oposición a esta buena noticia, se constató que hay países emergentes y pobres, como es el caso de las naciones del Báltico o de los países del este y el oeste del continente africano, que registran los niveles de presión sanguínea más altos del mundo, igualando los existentes en algunas partes de Europa Occidental hace treinta años.

Incluso, países que habían sido históricamente bajos en niveles de colesterol, como Japón, China y Singapur, muestran en este periodo incrementos, a causa de un cambio dietario, con la incorporación de más grasas animales.

Estos resultados "demuestran que el sobrepeso y la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto ya no son solo problemas occidentales o problemas de las naciones ricas", explicó el profesor Majid Ezzati, de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres.

Gretchen Stevens, de la Organización Mundial de la Salud, dijo que "tenemos que identificar, aplicar y evaluar de manera rigurosa las intervenciones que tienen como objetivo revertir estas tendencias o limitar sus efectos perjudiciales". De todas formas, comentó que ya es conocido que los cambios en la dieta y en la actividad física son los causantes del aumento mundial de la obesidad, pero señaló que "sigue sin estar claro cuáles serían las políticas que ayudarían a reducir con mayor eficacia la obesidad".

El doctor Mike Knapton, de la British Heart Foundation señaló que la obesidad "es una tendencia preocupante, pero que puede ser revertida con políticas eficaces y con cambios en el estilo de vida, con la ayuda de importantes avances en la medicina", a lo que añadió que la mejora en los niveles de colesterol y de hipertensión en los países desarrollados son la prueba de que hay solución.



Fuente: Observa.com.uy / La obesidad, un desafío mundial

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